Organismos del sector privado dijeron que si bien el paquete económico para 2017 va en la dirección correcta al recortar el gasto público y plantear un superávit primario (que los ingresos del gobierno superen a los gastos), también consideraron que los ahorros contemplados son insuficientes para cubrir los intereses de la deuda pública y el pago de pensiones, además de que se sacrifica gasto productivo para pagar deuda, por lo que consideraron necesario hacer un esfuerzo mayor.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, destacó que como está la propuesta la deuda pública aumentará en 2.2 por ciento al final de 2017.

Buscaríamos que en la discusión en el Congreso hagan un esfuerzo adicional para la contención del gasto, sobre todo en gasto corriente, que nos permita ahorrar lo suficiente para pagar los intereses y no tener que pedir prestado luego, comentó al término de una reunión con el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño.

El dirigente empresarial comentó que el superávit primario tendría que ser de uno por ciento por lo menos, cuando en el paquete económico apenas llega a 0.4 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB).

Consideró que la disminución en el gasto público no va a ser suficiente para cumplir con los 144 mil millones de pesos de pago de intereses de deuda que el país va a enfrentar en 2017 ni los 68 mil millones de pesos en nuevas pensiones.

Alertó que, de no solventarse esas obligaciones, el gobierno tendrá que recurrir a un programa de endeudamiento nuevo de 30 mil millones de dólares (o su equivalente en pesos, que es de unos 570 mil millones a un tipo de cambio de 19 pesos por dólar), lo que significará incrementar nuevamente la deuda.

Estimamos que con esto la deuda respecto al PIB terminará 2016 en 50.5 por ciento del PIB y en 2017 52.3 por ciento del producto, límites apenas aceptables para nuestras calificaciones internacionales, comentó.

El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, dijo que sí hay austeridad, pero no en todos los rubros, pues se afecta inversión productiva –lo cual es delicado porque es el motor de crecimiento y va a tener impacto sobre sectores productivos importantes como construcción y las empresas vinculadas a la reforma energética–, así como las proveedoras de bienes servicios.

Destacó que el recorte también afectará rubros vinculados con el desarrollo social, como educación y salud, y mediante Sagarpa también se afectará la alimentación.

La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) consideró que el paquete económico es realista, pero señaló que si bien el superávit primario de 0.4 por ciento del PIB se duplica en relación con lo propuesto originalmente en los precriterios de política económica –que era de 0.2– se trata de un primer paso en el camino correcto, pero advirtió que será necesario continuar avanzando en ese sentido.

Tanto Guillén como Castañón se congratularon porque algunas de las propuestas presentadas por el sector privado fueron incluidas; particularmente, como las relacionadas con incentivos fiscales y un régimen especial para tributación de las micro, pequeñas y medianas empresas con ingresos de hasta 5 millones de pesos, sobre una base de flujo de efectivo.