Del millón 100 mil toneladas de arroz palay (con cáscara) que se consume en el país cada año, sólo 20 por ciento se produce en 6 mil hectáreas, el resto se importa de Estados Unidos, Argentina y Uruguay, afirmó Pedro Díaz Hartz, presidente del Consejo Nacional de Productores de Arroz de México.

Lo anterior, dijo, es resultado de la apertura comercial que trajo consigo la competencia desleal, la reducción de los apoyos a los campesinos y la caída de los precios.

De los 25 mil productores que había hace poco más de dos décadas, únicamente quedan 2 mil 800, quienes ayer recibieron del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) dos nuevas variedades de semillas –Golfo y Pacífico– del tipo arroz largo, que se suman a otras dos con las que se pretende empezar una paulatina recuperación de dicho cultivo, que tuvo su peor temporada en 2013.

En dicho año sólo se sembraron 180 mil toneladas en 32 mil hectáreas; fue el peor año para este cultivo, explicó Luis Bueno Torio, presidente del sistema producto arroz. La recuperación ha sido paulatina; se estima que este año la producción cerrará en 230 mil toneladas procedentes de 37 mil hectáreas.

Con estas dos nuevas semillas, que se suman a dos que se liberaron hace cuatro años, esperamos poder sembrar 45 mil hectáreas y lograr una cosecha de 350 mil toneladas en 2018. Vamos a dar la pelea para que se reduzcan las compras en el extranjero y se eleve la producción interna; el objetivo es que las importaciones sean sólo de 60 por ciento. Queremos dejar de ser el ícono de la debacle de la producción debido a la apertura económica, apuntó.

Durante el acto de la entrega simbólica de las semillas, realizada en la explanada de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Díaz Hartz apuntó que dicha entrega es resultado del trabajo conjunto de más de una década entre productores e investigadores, fortalecida por la determinación de la Secretaría de Economía de restablecer los aranceles de 20 por ciento a las importaciones del grano proveniente de los países asiáticos. Los agricultores estamos dispuestos a hacer crecer la producción de manera ordenada, de acuerdo con la demanda interna.

Antes, en breve entrevista, comentó que con el programa de siembra de arroz delgado –el de mayor consumo y con el que se compite en el mercado nacional– que impulsa Sagarpa, hay una lenta recuperación. Además, dijo, está el compromiso de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca) de pagar –en 15 días máximo– los apoyos que deben desde finales de 2014 y principios del año pasado, los cuales ascienden a 15 millones de pesos, correspondientes al ingreso objetivo.

Explicó que de 2010 a la fecha la producción se ha recuperado en 6 por ciento, es decir, de 25 mil a 30 mil toneladas, con lo que la producción alcanza 220 mil. Con el nuevo programa que se está aplicando se espera un volumen adicional de 150 mil a 200 mil toneladas, lo que representa 900 mil jornales en el campo; “esperamos que al menos mil agricultores se sumen a la siembra de arroz precoz en campos cañeros abandonados.

No estamos satisfechos, pero es un arranque alentador para la recuperación del cultivo, pues hay un potencial de 300 mil hectáreas en el sur-sureste, pero nos conformamos con lograr sembrar 100 mil hectáreas. Este programa es un avance, dijo.