Cierre de calles en el operativo que resguardó la llegada de la carroza a Bellas Artes
Martes 6 de septiembre de 2016, p. 3
En el homenaje espontáneo que el público protagonizó durante horas, esperando la llegada de las cenizas de Juan Gabriel al Palacio de Bellas Artes, prevaleció la alegría sobre la tristeza por la muerte del cantante.
Corearon a cada momento El Noa Noa o Amor eterno, mientras algunos adultos mayores le lloraron.
Sin importar la ligera llovizna, miles de personas de diversas ciudades de la República y de otros países, como Colombia, Puerto Rico, Ecuador y Perú, hicieron largas filas que abarcaron toda la Alameda Central y avenida Hidalgo.
El ánimo nunca decayó. Cantaban acompañando a los imitadores de todas las edades que llegaron para despedir a Juan Gabriel.
Grupos de jóvenes armaron una fiesta entre ellos, también coreando los éxitos de Juanga, como le dicen de cariño; hicieron nuevos amigos y algunos hasta tuvieron tiempo de ligar a las damas que se encontraban solas.
Admiradores nacionales y extranjeros
Las personas mayores que llegaban acompañadas de sus hijos fueron las más conmovidas en el homenaje al autor de Hasta que te conocí, como la señora Alicia Carbajal, de 65 años, quien viajó desde San Diego, California, para decir adiós a su artista favorito y lloró al ver las cenizas de Juan Gabriel: Lo voy a extrañar mucho, pero seguirá en mi corazón. Él nos hizo cantar y bailar
.
Los vendedores ambulantes, como es costumbre en este tipo de situaciones, aprovecharon las enormes filas para hacer su agosto en septiembre y vendieron camisetas en 80 pesos, una rosa en 20, así como discos y fotografías en 10 pesos.
Cerca de las cuatro de la tarde eran miles las personas que se congregaban en los alrededores del Palacio de Bellas Artes para ver llegar el cortejo y la carroza fúnebre que trasladaba las cenizas del cantautor; sin embargo, no fue posible debido al control de seguridad que se implementó.
Sólo unos pocos pudieron observarlo. En el exterior y en la explanada frente al máximo recinto cultural del país se restringió con vallas el acceso.
En cambio, el costado oriente del palacio se volvió un caos entre apretones de las decenas de seguidores que intentaban ocupar un lugar en el angosto pasillo sobre la calle, transeúntes de ida y vuelta y el tránsito vehicular, que en vano trataban de agilizar policías.
Para permitir el paso del convoy, el tramo que va sobre Eje Central entre avenida Juárez y Tacuba fue acordonado y cercado por grupos de granaderos, por lo que el cruce peatonal tenía que ser por otras calles.
La comitiva que acompañó la carroza fúnebre fue de más de 50 motocicletas y unas 10 patrullas, que escoltaron la camioneta gris donde iban los restos de El divo de Juárez; ingresó al Palacio de Bellas Artes aproximadamente a las 16:25 horas.
Minutos antes, sobre Eje Central Lázaro Cárdenas esquina con Tacuba se instaló un muro de contención con policías, lo que provocó que fueran aún menos quienes vieron entrar la carroza fúnebre al recinto de mármol.
Luego de su ingreso, el bloqueo fue suspendido y una multitud se abalanzó infructuosamente sobre Eje Central al grito de ¡Queremos ver a Juan Gabriel!
En ese momento también se abrió la circulación a los automóviles y por un momento las cientos de personas se encontraron de frente con el flujo vehicular.
En las pantallas instaladas en la Alameda Central el público pudo apreciar lo que ocurrió adentro del palacio: la primera guardia de honor, al tenor Fernando de la Mora interpretando Amor eterno.
La fila para pasar a ver la urna de cenizas abarcaba desde la puerta poniente de Bellas Artes, serpenteando toda la Alameda, hasta Dr. Mora, y de ahí doblaba hacia el norte por avenida Hidalgo.
En tanto, sobre avenida Juárez, que fue cerrada desde Reforma hasta Eje Central Lázaro Cárdenas seguían llegando cientos de personas. Otros grupos se reunieron alrededor de las pantallas ubicadas en distintos puntos en la Alameda Central.
Hubo quienes arribaron a las ocho de la mañana, y sin embargo ingresaron al recinto a las 17:20 porque, dijeron, hubo una mala organización en las filas y los que llegaron después entraron primero
.
Una señora explicó que intercalaron a los de la tercera edad y también se metieron muchos jóvenes
.
Como parte del homenaje al Divo de Juárez diversos artistas se presentaron en el vestíbulo del máximo recinto cultural, como Aída Cuevas o el Coro del Teatro de Bellas Artes; en el templete exterior, Lucía Méndez cantó acompañada por el mariachi Gama Mil. Alrededor de las 19 horas el escenario principal se animó con coloridas coreografías.
Este martes, a partir de las 9 de la mañana se abrirán nuevamente las puertas de Bellas Artes, que tiene programada una sorpresa para la noche.