Fue creado por un grupo de investigadores para la dirección del Seguro Social
Con él se identificaría a los enfermos en etapa inicial y a las personas con riesgo de desarrollar el mal y, en consecuencia, se reducirían las complicaciones graves y muertes prematuras
Martes 30 de agosto de 2016, p. 32
Con hacer cuatro preguntas a los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que acuden a las clínicas familiares se podría duplicar el número de diagnósticos de diabetes y, sobre todo, identificar a las personas con riesgo de desarrollarla o por lo menos encontrarla en las etapas iniciales, lo que a su vez reduciría los riesgos de complicaciones graves y muertes prematuras, asegura una investigación realizada en el organismo.
Un grupo de asesores de la dirección general del instituto desarrolló un modelo econométrico con base en el cual es posible determinar que hasta 2014 había 6.6 millones de derechohabientes con diabetes, pero sólo la mitad (3.3 millones) tenía el diagnóstico del padecimiento.
La otra mitad desconocía su condición porque no asistía a la unidad de medicina familiar y/o no se le había ofrecido la prueba de glucosa capilar, que consiste en tomar una gota de sangre por medio de un piquete en un dedo de la mano.
El trabajo advierte sobre las dificultades que enfrentan las clínicas para detectar el padecimiento, porque el número de pacientes que son atendidos en 983 consultorios –de los mil 229 incluidos en la investigación– rebasa hasta tres veces o más el límite de 2 mil 800 derechohabientes señalados en la norma. Se encontró que en 13 unidades de medicina familiar los consultorios tenían más de 10 mil afiliados asignados.
Otro obstáculo para incrementar la prevención y detección temprana de la diabetes es la lejanía entre la clínica y el hospital de segundo nivel. Para la tercera parte de los pacientes, el traslado entre una y otro les toma más de 50 minutos. Se identificó que en 47 establecimientos ese tiempo era de más de tres horas.
En la investigación se resalta que en México no existe una estrategia de detección adecuada de la diabetes, enfermedad de elevada prevalencia y alto costo de atención, que amenaza la viabilidad financiera del IMSS.
De hecho, los asesores advierten en el estudio –que formó parte de los materiales de trabajo de la pasada asamblea de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS)– que, mientras entre 2000 y 2012 la esperanza de vida aumentó en México menos de un año, entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el incremento fue de tres años en promedio.
Significa, advierten, que nuestro país tiene la tasa de longevidad más baja entre las naciones que forman parte de la OCDE.
El trabajo abarcó la revisión de las bases de datos del IMSS sobre situación laboral (sector y salario), años de experiencia, género y rol familiar de 51 millones de derechohabientes (40 por ciento de la población nacional), así como datos clínicos de 35 millones de personas, entre otros peso, estatura, género, presión sanguínea, concentración de glucosa en la sangre y los diagnósticos que hubiera obtenido en su consulta familiar. El cruce y análisis de los datos reveló que es posible descubrir a los individuos propensos a desarrollar diabetes y ubicarlos en diferentes niveles de riesgo, lo que entre 2012 y 2014 se habría traducido en la identificación de 50 mil derechohabientes con esa enfermedad, adicionales a los 55 mil diagnosticados en ese periodo.
Las preguntas que podrían anticipar complicaciones y muertes son: número de seguro social, peso corporal, estatura y presión sanguínea, y con la aplicación de la fórmula del modelo econométrico se clasifica a los pacientes para ofrecerles mejor atención clínica.