A los actuales abogados penalistas, incluso a los de grandes y famosos despachos jurídicos mexicanos, se les está complicado mucho la transición al nuevo sistema de justicia penal de corte acusatorio, aseguró Wilfrido Rafael Castillo Serrato, presidente del bufete Castillo & Castillo Abogados, especializado en juicios orales penales, cuyos socios no rebasan 35 años de edad.

En entrevista, el joven litigante, quien realizó estudios de posgrado en universidades de Estados Unidos y también se dedica a la capacitación de futuros abogados en materia de juicios orales, añade que algunos socios fundadores de los despachos más afamados en México optaron por contratar jóvenes recién egresados de las universidades, porque cuando intentaron pararse en una audiencia oral fueron expulsados por los jueces, debido a que desconocían las nuevas reglas procesales.

Tradicionalmente la preparación de los abogados ha sido a través del estudio dogmático del proceso penal. Es reducida la enseñanza con un enfoque pragmático, en la que se analicen y resuelvan supuestos concretos, como se hace al aplicar el método del caso utilizado en universidades como Harvard en la enseñanza del derecho, refirió Castillo Serrato.

Añadió que aprender el sistema acusatorio trae consigo un cambio en la mentalidad del abogado, lo que, en los hechos, se les está dificultando a litigantes de la vieja guardia por muy conocidos o relacionados que estén en el medio jurídico.

Este nuevo sistema sigue una lógica totalmente diferente del sistema tradicional. Además, deben desarrollar otras habilidades indispensables para el litigio en materia penal, como la lógica y la argumentación jurídica, oratoria y técnicas de litigación. Eso está costando mucho trabajo a los abogados con muchos años de práctica en el derecho penal del anterior sistema, expresó.

La entrevista se realizó en las instalaciones de dicho bufete, donde hay un espacio que simula una sala de audiencias orales, con un estrado para jueces, un espacio específico para los abogados defensores, otro para los agentes del Ministerio Público y uno más para los abogados de las víctimas de algún delito. Además, cuatro filas de asientos para el público.

Es nuestra sala de prácticas y capacitación, dice Castillo.

El abogado asegura que el cambio de sistema es paradigmático, lo cual deja en desventaja a los abogados tradicionales frente a las nuevas generaciones de litigantes.

Al haber un cambio paradigmático los abogados jóvenes, al no tener cierto contacto con los vicios del sistema tradicional, entienden este sistema acusatorio. Ya las nuevas generaciones de egresados han cursado las materias procesales con este nuevo sistema, apunta.

Agrega que los abogados con más años en la vida profesional se encuentran adaptados a las prácticas anteriores, algunas de ellas nefastas, como la corrupción y el compadrazgo, y las intentan trasladar al nuevo sistema, lo cual no tiene éxito por los principales cambios estructurales del proceso.

“Algunos abogados no desean estudiar el proceso desde el inicio. Tienen pereza. Por ello algunos prefieren no ser exhibidos en público al cometer algún tipo de error en audiencia y encomiendan la dirección de la misma a abogados jóvenes que traen un nuevo chip, una mentalidad completamente diferente.”