Teherán.

El fiscal general de Teherán dictaminó el sábado condiciones más estrictas para la organización de conciertos en la capital iraní, tema que ha causado polémica en el país desde hace varias semanas. La fiscalía propone que la gobernación garantice la seguridad de los conciertos, que el Ministerio de Cultura apruebe el contenido y que la policía grabe los acontecimientos, declaró Abas Jafari Dolatabai, citado por Mizanonline, agencia de prensa del poder judicial.

Irán posee una rica cultura de poesía y música y los responsables religiosos tienen un enfoque en ocasiones más flexible respecto de acontecimientos, como conciertos, que en otros países musulmanes.

Sin embargo, el Ministerio de Cultura debe dar su autorización para la letra y la música de los discos antes de que estos salgan al mercado, así como para la organización de conciertos. También está prohibido bailar durante estas representaciones.

En las semanas recientes, por la presión de religiosos ultraconservadores, varios conciertos que ya habían recibido las autorizaciones necesarias fueron cancelados en algunas ciudades por responsables locales.

Ira de religiosos

En la ciudad santa de Machhad, donde no se ha organizado ningún concierto desde hace 11 años, el ministro de Cultura, Ali Janati, quería autorizar algunos, lo que provocó la ira de los religiosos. A mediados de agosto, éste tuvo que renunciar por la presencia del mausoleo sagrado del imán Reza (octavo sucesor del profeta, según los musulmanes chiitas) y la oposición de algunas personas, principalmente el imán de rezo de la ciudad, el ayatola Ahmad Alam Ol Hoda, informaron medios iraníes. Macchad es una ciudad religiosa (...). Todo el mundo debe saber que los creyentes no dejarán que se convierta en un centro de libertinaje, declaró el ayatola Ahmad Alam Ol Hoda. Los que quieran conciertos, que se vayan a otras ciudades.

La semana pasada, el presidente iraní, Hasan Rohani, defensor de mayor libertad política y cultural que su predecesor y que se presentará a un segundo mandato en abril de 2017, criticó públicamente a su ministro de Cultura. “Ningún ministro debe ceder a las presiones –que son grandes– y retroceder”, declaró. La república islámica es un Estado de Derecho (...) Si no se respeta la ley, esto es el caos, agregó.

Esta declaración no hizo cambiar de opinión al ministro de Cultura. Unos 5 mil músicos firmaron una carta abierta para el presidente Rohani solicitándole que hiciera respetar sus derechos y la ley, informó el sábado el diario reformador Etemad.