Viernes 26 de agosto de 2016, p. 14
Culiacán, Sin. El secuestro de dos hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, líder del cártel de Sinaloa, y de otras cuatro personas ocurrido el pasado 15 de agosto en Puerto Vallarta, Jalisco, es el reflejo de un pleito entre familias del narcotráfico y el gobierno debe prepararse para que estos hechos violentos no afecten a la ciudadanía, afirmó el mandatario estatal Mario López Valdez. Lo que tenemos que hacer nosotros es prepararnos para que eso no ocurra, y que los ciudadanos no paguen por una agresión entre esas familias
, dijo en conferencia de prensa que ofreció ayer en Culiacán para dar a conocer su participación en una reunión del gabinete de seguridad, encabezada por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Añadió que Mazatlán y Culiacán están entre los 50 municipios del país con más alta incidencia delictiva, por eso se busca instrumentar en la entidad nuevas y más efectivas estrategias contra el delito.