La jerarquía de la Iglesia católica quiere imponer su agenda moral a la sociedad mexicana y al gobierno; por eso arremete con violencia contra el Estado laico, lo cual es enormemente preocupante, ya que pone en riesgo la estabilidad social del país, apuntó Bernardo Barranco al presentar su libro Las batallas del Estado laico, en el foro México y el mundo actual, organizado por La Jornada y Casa Lamm.

El también articulista de este diario agregó que con la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto sobre el matrimonio igualitario la Iglesia inició una nueva batalla; es curioso que en teoría el gobierno tenga claridad de lo que debe ser el Estado laico, pero su reacción no es así.

Ante el embate, la actitud de Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, ha ayudado a Cantinflas, pues su discurso no es claro; hay excesiva condescendencia del gobierno hacia los jerarcas de la Iglesia, piensan que a través de éstos se acercarán a la sociedad, pero se equivocan, expuso.

El problema es que la Iglesia está estirando muy fuerte la liga y despertando a la ultraderecha; eso puede provocar un choque de trenes, porque los grupos gays son también muy aguerridos.

Destacó que la laicidad del Estado está plasmada en la Constitución y en las leyes, pero vemos que no es algo absolutamente ganado, hay que estar permanentemente luchando por ello. Estamos ante una situación compleja en la que debe prevalecer la serenidad en todos.

Durante el foro se aludió al prólogo del libro, escrito por Roberto Blancarte, en el cual apunta que el problema actual no es el posicionamiento en favor del Estado laico, sino el de su definición.

Carlos Martínez García, fundador del Centro de Estudios del Protestantismo Mexicano, dijo que la sociedad debe mantenerse alerta en la querella, desatada por la propuesta de Peña Nieto sobre el matrimonio igualitario; también consideró que las fuerzas políticas de izquierda deben defender al Estado laico y tener claridad que eso no significa apoyar a su gobierno, cuya debilidad se la ha ganado a pulso.

Los políticos que piensan que las opiniones del clero tienen gran peso en la sociedad mexicana se equivocan. La población vive su catolicismo sin tener en cuenta las directrices de los jerarcas religiosos. Son los políticos los que otorgan una postura muy fuerte a la cúpula clerical. La sociedad tiene amplitud de miras, es plural y democrática.

Leonardo Vega, del Foro Cívico México Laico, comentó que con las modificaciones al artículo 24 de la Constitución se establecieron nuevas libertades y se incluyó el de la libertad de las convicciones éticas y la de conciencia, que nadie comprendió si era libertad protegida por el Estado. Ahora, con la iniciativa del matrimonio igualitario, se inicia una nueva batalla por el Estado laico, en la cual es evidente que los clérigos violan la separación Estado-Iglesia.