Río de Janeiro.

Joao Havelange, el ex presidente de la FIFA que por dos décadas transformó al organismo rector del futbol en un lucrativo negocio y en una incubadora para la corrupción, falleció a los 100 años.

Havelange, que sufría una infección respiratoria, murió el martes por la mañana, justo mientras Río de Janeiro alberga los Juegos Olímpicos, que él ayudó a traer a su ciudad natal.

En sus 24 años como presidente de la FIFA el futbol pasó a ser un deporte verdaderamente global, llegó a todos los rincones del mundo, destacó Gianni Infantino, actual titular del organismo.

El brasileño expandió el Mundial de 16 a 32 selecciones y la convirtió en uno de los eventos más populares del planeta. Organizó seis mundiales como presidente entre 1974 y 1998, cuando fue reemplazado por Joseph Blatter. También consiguió lucrativos contratos, incorporó nuevas federaciones y creó el Mundial de mujeres.

Con el botín económico llegó la corrupción de algunos de los principales dirigentes, incluido el propio Havelange, a quien se acusó de recibir sobornos de International Sport and Leisure (ISL), ex socio comercial de la FIFA.

En 2013, el juez de ética de la FIFA, Joachim Eckert, dijo que la conducta de Havelange fue moral y éticamente reprochable. Sin embargo, nunca fue sancionado, y se le permitió renunciar como presidente honorario de la FIFA en 2013.

Havelange también fue miembro del COI hasta su renuncia en diciembre de 2011, argumentando motivos de salud, en medio de denuncias de que aceptó un soborno de un millón de dólares de un socio comercial de la FIFA en la década de 1990.

Cuando llegué a la sede de la FIFA en Zurich (1974), encontré una casa vieja y 20 dólares en la cajita, declaró Havelange. El día que me fui, 24 años después, dejé propiedades y contratos que valían 4 mil millones y la FIFA tenía más miembros que Naciones Unidas. Yo diría que no lo hice mal.

Sumé 26 mil horas de vuelo, el equivalente a pasar tres años en un avión. El único país que nunca visité fue Afganistán, porque no me dejaron entrar, recordó.