El gobierno federal pagará a las víctimas de Nochixtlán, Oaxaca, los gastos funerarios, médicos y de traslado de heridos, entre otros, derivados del enfrentamiento del 19 de junio pasado en ese lugar.

El rembolso será calculado y entregado la semana entrante por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) durante reuniones de evaluación sobre el caso, cuyo saldo fue de siete muertos por arma de fuego y uno por petardo, y más de cien heridos, entre policías y civiles, tanto de lesiones muy leves hasta graves.

El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, dijo también que las investigaciones de los hechos están en curso.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos analiza el uso de la fuerza pública (si ésta fue aplicada en los términos de ley), mientras el Ministerio Público Federal, es decir, agentes de la Procuraduría General de la República (PGR), indagan el origen de las balas con que fueron heridos o asesinados civiles.

Las investigaciones están en curso y hoy nadie tiene elementos sobre una determinada responsabilidad [de los policías o los civiles], dijo en entrevista.

En la víspera, la PGR entregó a legisladores un informe en el cual se confirma que seis policías estatales portaban armas durante el enfrentamiento, lo mismo que 32 elementos de la Gendarmería (Policía Federal) y 24 integrantes de la división vial de la Policía Federal.

Según la Gendarmería, un notario público certificó, al inicio del operativo, que el personal no iba armado. A partir del enfrentamiento se solicitó el apoyo de personal armado, que llegó después.

La PGR tiene hasta ahora 166 dictámenes periciales y 32 carpetas de investigación por homicidio, privación ilegal de la libertad, daño en propiedad ajena, robo de uniformes y equipo y ataque a las vías de comunicación.

Campa dijo que 70 policías federales y 31 locales resultaron heridos; de los uniformados, 30 requirieron hospitalización, mientras 65 civiles fueron atendidos por presentar lesiones, desde dientes flojos o problemas en garganta y ojos por el gas lacrimógeno, hasta cinco heridos de bala. En este momento –precisó– todos los civiles están en buenas condiciones; hay policías que tuvieron daños muy serios.

–¿Quién disparó?

–La información que dio a conocer el jefe de la Policía Federal, durante su comparecencia ante legisladores, refiere que los primeros disparos, con arma de fuego, y los primeros heridos sucedieron antes de que llegara la policía de refuerzo, la policía armada.

Las balas están siendo analizadas por la PGR, tanto las que provocaron los fallecimientos como una que se extrajo la semana pasada de una persona intervenida del maxilar. Esa bala tiene una cadena de custodia, acordada en la mesa jurídica del caso, en la cual interviene el Ministerio Público, la CNDH y la defensoría de los pueblos de Oaxaca.