Este verano Yéssica no salió de vacaciones a la playa ni a una ciudad turística. Tampoco se quedó en casa a descansar ni anduvo de fiesta constante. La joven estudiante de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez se acercó al conocimiento para comprender cómo afecta el cáncer a las células.

Yéssica Estrada y cientos de estudiantes más de diversas casas de estudios del país fueron beneficiarios del programa Verano de la Investigación Científica, impulsado desde 1991 por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Como parte de este proyecto, hace 12 años el Instituto Científico Pfizer se sumó para becar a los estudiantes de carreras biomédicas que realizaron estancias en varios institutos nacionales de salud.

Yéssica fue una de ellos. Colaboró en una investigación de hematología en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

La joven se sumó a un proyecto cuyo objetivo es revisar las mediciones de células de cáncer en la sangre. Pude acercarme a nivel de conocimiento superior. Esta experiencia será la primera de muchas para seguir preparándome y consolidarme como una emprendedora científica.

El Verano de la Investigación Científica busca que los alumnos que están cursando alguna carrera universitaria se acerquen a un ambiente científico, participen con un investigador y sepan qué es hacer ciencia.

El director del programa, Víctor Pérez-Abreu, detalló que ayuda a que los jóvenes tengan mayores elementos para que sepan a qué área se quieren dedicar en el campo de la investigación.

En la ceremonia donde se entregaron reconocimientos a los 22 beneficiarios de las licenciaturas del área biomédica, ayer, se informó que para esta edición se recibieron 2 mil 239 solicitudes y se entregaron mil 384 becas. Desde 1991 han participado 23 mil 55 alumnos de 175 instituciones, y 180 universidades e institutos han sido anfitriones.

Juan Carlos Molina, director del Instituto Científico Pfizer, reconoció que “a través de este programa los jóvenes estudiantes tienen la oportunidad de entrar en contacto con la vida y el trabajo en un laboratorio de investigación.

En estas semanas me relacioné con expertos que me enseñaron muchísimo; no había estado antes tan involucrada con la investigación, así que aprendí bastante, comentó María Chacón Ruiz, estudiante de medicina de la Universidad de Sonora, cuya investigación se enfocó en las características del riesgo reproductivo en mujeres con enfermedades crónicas como leucemia y lupus.