Concluye Jornada Mundial de la Juventud
Lunes 1º de agosto de 2016, p. 39
Cracovia, Polonia.
Con una misa multitudinaria, durante la cual pidió a los jóvenes que el evangelio sea el navegador de sus vidas y la oración el primer chat de cada día, el papa Francisco clausuró este domingo en Polonia la edición 31 de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), cuya próxima cita será en 2019 en Panamá.
El Papa argentino partió con una hora de retraso, hacia las 19:30 locales, hacia Roma, tras una estadía de cinco días en Cracovia marcada por sus pedidos contra la guerra, en favor de los refugiados y su conmovedor recorrido en el campo de exterminio nazi de Auschwitz.
Jorge Mario Bergoglio celebró su última misa en Polonia en el inmenso Campo de la Misericordia, a unos 12 kilómetros de Cracovia, donde ante dos millones y medio de personas pidió a los jóvenes que rechacen la tristeza, un virus que infecta y paraliza todo, que cierra cualquier puerta, que impide que la vida se reavive, que recomience
.
Francisco pronunció un discurso que incluyó muchas claves de su mensaje como jefe de la Iglesia católica, directo y en ocasiones también chistoso, con el que quiso sacudir las conciencias de los jóvenes y convertir el Woodstock católico
en un momento de reflexión.
A bordo del avión que lo llevó a Roma, Francisco rechazó hacer amalgamas entre el islam y la violencia porque, explicó, los católicos también son violentos, y advirtió a Europa que está empujando a una parte de su juventud hacia el radicalismo. No creo que sea justo asociar islam y violencia
, sentenció el pontífice al responder a la pregunta de por qué no menciona el islam cuando condena atentados, como el reciente asesinato de un cura en Francia a manos de dos yihadistas.