A un año de la alerta de violencia contra las mujeres en el estado de México, la falta de coordinación entre las autoridades sigue siendo uno de los principales obstáculos para combatir feminicidios, desapariciones y otros ataques. Luego de que se decretó para 11 municipios, las agresiones se incrementaron 20 por ciento, revelaron activistas.

Antes se reportaba un feminicidio cada tres días, y a partir de la declaración de la alerta de género casi hay uno diario, indicaron. Desde enero de 2016 hasta el pasado viernes iban 181, denunció Grisel Barrientos, coordinadora jurídica del Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género, Desapariciones y Feminicidios del Estado de México (Ocmexfem).

Si bien los funcionarios estatales involucrados con el tema muestran más disposición a cumplir con su trabajo, ha sido también por la vigilancia de las organizaciones y porque éstas les han brindado educación en la materia, agregó Yuritzi Hernández de la Rosa, coordinadora de articulación y gestión del Ocmexfem.

Desde hace varios años defensoras de los derechos humanos evidenciaron el alto grado de violencia contra las mujeres en el estado de México. En 2010 solicitaron la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), nombre oficial de ese mecanismo creado para poner en práctica acciones urgentes que protejan a ese sector de la población. Luego de cinco años de litigios, el 28 de julio de 2015 se decretó, por mandato de un juez.

Al principio había un gran desconocimiento de la alerta, pero sobre todo una gran indiferencia de su importancia, tanto del gobierno como de la ciudadanía, expuso Hernández de la Rosa.

En este año reciente no ha sido suficiente el procedimiento que puso en marcha la Procuraduría General de Justicia del Estado de México para detener la violencia, pero ha mejorado la atención, concedió Barrientos.

Además, el Ocmexfem insiste en que la alerta debe extenderse a todo el estado. Los 11 municipios en que se decretó son focos rojos, pero hay feminicidios en otras localidades. Así sea uno, es motivo para atender esa situación, estimó.

Las activistas se siguen enfrentando a un monstruo: la falta de coordinación, manifestó Yuritzi Hernández. El gobierno no ha entendido que el problema de la violencia contra las mujeres lo deben combatir las instituciones de educación y de desarrollo social, así como la procuraduría y las alcaldías.

Este año, dijo, hay nuevos presidentes municipales, y lo que habíamos avanzado con los anteriores se nos vino abajo. Volvimos a explicarles qué es la alerta e insistirles en que diseñen políticas públicas.

Aunque no cuentan con cifras de desapariciones de mujeres, éstas siguen ocurriendo. Con los estudios que hemos hecho nos queda bastante claro que 80 por ciento las han perpetrado sus parejas sentimentales o personas muy cercanas, informó Grisel Barrientos.

La violencia contra las mujeres en el estado de México llegó a un nivel grave por la indiferencia, la corrupción y la falta de acceso a la justicia. Como no pasa nada si las maltratan, pues después las golpean, luego las violan y torturan y al final las matan, deploró Hernández.

Percibir este fenómeno como normal también ha hecho mucho daño, agregó Barrientos.