La Paz.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció ayer que el gobierno de Estados Unidos no cesa de conspirar contra el proceso de cambio en su país.

Pese a la expulsión en 2008 del entonces embajador estadunidense Philip Goldberg, a la que siguió la salida de su homólogo boliviano en Washington, Gustavo Guzmán, el gobierno de Estados Unidos no cesa en su afán de conspirar contra nuestra revolución democrática y cultural, afirmó Morales en su cuenta de Twitter.

Las declaraciones del mandatario boliviano surgen un día después de la reunión entre el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y el encargado de negocios de Washington, Peter Brennan.

Carlos Romero señaló que el reclamo se hizo al encargado de negocios de la embajada estadunidense, Peter Brennan, tras un encuentro a petición del diplomático.

El encargado de negocios de Estados Unidos ha lamentado el escaso diálogo con el gobierno boliviano y yo le manifesté que el clima se tensiona y enrarece por los contactos y reuniones de la embajada con políticos de la oposición, dijo Romero a la prensa tras la reunión del jueves.

El funcionario expresó que la intromisión en asuntos políticos internos es la razón principal de que las relaciones entre los dos países continúan congeladas, ocho años después de la expulsión de los embajadores, por lo que actualmente Brennan es el diplomático estadunidense de mayor rango en Bolivia.

Romero agregó que aprovechó la reunión solicitada por Brennan para manifestarle que nosotros vamos a defender nuestra soberanía y a ser sinceros cuando advirtamos elementos de intromisión, como ocurre en estos momentos.

Según el funcionario, Brennan justificó esos contactos como parte de la tarea diplomática para recoger el pulso de diversos sectores del país.

La embajada de Estados Unidos se limitó a comentar que uno de los temas de la reunión fue la renovación de un convenio para que la policía boliviana otorgue servicios de seguridad a esa legación, de acuerdo con la Convención de Viena.

Romero también manifestó al diplomático las discrepancias del gobierno con las valoraciones de Washington sobre la lucha antidrogas en Bolivia.

Desde hace ocho años Washington ha calificado de insuficientes los esfuerzos bolivianos. Además, estimó la superficie cultivada de coca en 30 mil hectáreas en 2014, cálculo que difiere de las 20 mil 200 hectáreas reportadas recientemente por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, organismo que monitorea esos cultivos desde hace 13 años.

Hemos pedido (a Brenann) que dé a conocer su metodología e indicadores. Le dijimos que Estados Unidos redujo a cero su ayuda económica antidrogas a Bolivia, pues se trata de una batalla compartida, apuntó Romero.

Diplomáticos estadunidenses han dicho que la fuerte retórica antiestadunidense del presidente Morales ha evitado allanar el camino hacia una normalización de las relaciones diplomáticas.

Morales también ha expulsado a las agencias antidrogas y para el desarrollo internacional.