El Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió 2.7 por ciento de votos en las pasadas elecciones para gobernador en 12 estados, al pasar de 10.2 a 7.5 puntos porcentuales.

La secretaría electoral del partido reconoció que obtuvieron 300 mil votos menos en los comicios del pasado 5 de junio, respecto a 2010, a pesar de los triunfos que obtuvieron en tres estados –Veracruz, Quintana Roo y Durango– en alianza con Acción Nacional.

Al hacer el balance en los 14 estados donde hubo elecciones, admitió que los perredistas tuvieron resultados mediocres en Baja California, Tamaulipas, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas a nivel distrital, e inclusive perdieron voto duro en las tres últimas entidades.

Indicó que también registraron un desempeño mediocre en Hidalgo y Puebla, mientras que sólo lograron buenas elecciones en Aguascalientes, Durango y Tlaxcala.

Respecto a la Ciudad de México, la secretaría electoral perredista expresó su preocupación por los resultados obtenidos. El repunte de casi 4 por ciento registrado de ninguna manera significa una mejoría respecto a la elección local de 2015. Más bien diríamos que se perdieron 50 mil sufragios del voto duro, ya que el resultado fue de 572 mil votos, suceso bastante grave para el partido.

También aceptó que aunque conservan un arraigo importante a escala municipal, tienen deficiencias para proponer figuras y plataformas que convoquen al voto en otros niveles, por lo que el PRD requiere de alianzas o figuras externas.

Reconoció que en los pasados comicios, el mejor desempeño para el instituto político se tuvo en los municipios, pero comparado con 2013, perdimos (en este nivel) 3.4 puntos porcentuales, al pasar de 14 a 10.6 por ciento.

Aunque sólo bajamos de 73 ayuntamientos gobernados a 64, en números absolutos perdimos algo más de 300 mil votos, un poco menos de 20 por ciento de lo que teníamos en 2013.