nrique Peña Nieto (EPN) insiste: no es que las cosas estén tan mal en México; lo que pasa es que hay una mala percepción de ellas. Así lo dijo en Canadá, en el marco de la visita de Estado que realiza y durante un diálogo con decenas de estudiantes de ambos países, donde le fue mencionado el grave problema de inseguridad pública que acá se vive: sí hay problemas, reconoció el visitante, pero es que se difunden muy malas proyecciones de lo que sucede, y las malas noticias son a veces la noticia, y eso es lo que ha dado esta imagen de nuestro país.

Buena noticia, de acuerdo con el noticiómetro de Los Pinos, podría ser que el día de trabajo comenzó con EPN corriendo un tramo en Otawa junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Tan destacable el hecho, que la página de Internet de la Presidencia de la República difundió y alojó una grabación de 40 segundos, en la que se ve al mexiquense en diversos momentos de ese ejercicio físico, con una camiseta de color cercano al verde ecologista y las calcetas puestas correctamente. ¿Cómo se sintió, Presidente?, le preguntó una voz femenina fuera de cuadro. Y él, sudoroso, sonriente, respondió: Casi cinco kilómetros. Cinco, cinco, cinco. Pero muy bien. Muy bonito paisaje... (https://goo.gl/wPivPl ).

Mala noticia, de las que dan mala proyección y por eso no merecen un afán difusor, sería, conforme al criterio de medición arriba esbozado, el hecho de que decenas de mexicanos corearon con insistencia ¡Asesino, asesino! a la llegada de Peña Nieto al Museo Casa Loma, en Toronto. El mexicano viajó hasta allí en automóvil oficial acompañado por la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari, y tardó entre su descenso y el ingreso al recinto los segundos necesarios para darse por enterado del contenido de las menciones que hacían los manifestantes, aunque se condujo con absoluta normalidad, tardando incluso algunos segundos en ciertos ajustes personales antes de encaminarse al museo donde ya le esperaba su anfitrión canadiense. Las referencias a los hechos de Nochixtlán e Iguala estuvieron presentes también en un hotel de Quebec, mientras Peña Nieto se reunía con empresarios.

En el país donde la inseguridad pública no es tan grave como las noticias la pintan (según el lente de Los Pinos), se estancó el diálogo entre la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). La sesión de este lunes terminó sin acuerdos trascendentes. Aprovechando el interés de los profesores en atender el caso Nochixtlán en específico, el posicionamiento gubernamental giró hacia la aparente intencionalidad de reparación de ciertos daños causados (ayuda a heridos, investigación sobre los hechos violentos) que hacia la búsqueda de soluciones de fondo a la causa de esos daños.

El titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, se mantiene inflexible en la defensa de la letra legal, que no es negociable, de tal manera que el tema central del diálogo estacionado, la reforma educativa, resulta intocable en términos prácticos. En estos y otros comentarios astillados (pueden ver algunos de ellos en Periscope, en la cuenta de Julio Astillero) se refirió que un punto débil del gobierno federal, a la hora de decidir el uso de la fuerza contra el movimiento popular y magisterial, era el no haber abierto siquiera un resquicio para aparentar diálogo con los opositores. Hasta ahora, Osorio Chong está cubriendo ese expediente, sobrellevando un simulacro de diálogo que podría terminar en el mismo punto en el que con arrogancia lo dejó Aurelio Nuño. Pero con el gobierno federal parapetado para futuras acciones represivas tras el argumento de que ya dialogó.

Sin haber concedido hasta ahora nada, y cerrado absolutamente en cuanto al tema de la reforma educativa, Osorio Chong ya advirtió ayer que ese diálogo está suspendido, no roto, por cuanto los opositores no han desistido de realizar bloqueos carreteros y, además, porque una comisión de médicos, enfermeras y funcionarios que fue enviada a Asunción Nochixtlán, conforme a acuerdos tomados en la Segob, no pudo entrar a ese municipio porque los pobladores desconfían de esas acciones gubernamentales.

Mientras tanto, ciertamente, continúan los bloqueos carreteros en varios puntos, aunque al mismo tiempo con cierta flexibilidad que permite el surtimiento de mercancías, ante la estrategia mediática federal (con el precandidato Meade a la cabeza, desde la Sedesol) de culpar a los profesores obstructores de provocar desa- basto. También es notable la multiplicación de voces de protesta fuera de esos entornos regionales, tanto en planos internacionales, como sucedió en el contexto de la gira de EPN por Canadá, como en ámbitos estudiantiles y universitarios.

Bucareli también debería hacer una lectura política correcta de lo que sucede en la propia Oaxaca y en Chiapas, donde sectores eclesiásticos y sociales se han ido sumando a las exigencias de revisar críticamente la mencionada ley educativa e iniciar un proceso rápido de corrección legislativa. En Oaxaca es necesario que el gobierno federal tome debida nota del apoyo de comunidades enteras, mediante asambleas y acuerdos formales, al movimiento magisterial. En Chiapas, la congénita debilidad estructural del gobierno de Manuel Velasco Coello le mantiene en una situación de crisis que le rebasa en este contexto de las movilizaciones magisteriales.

Y, mientras la prima Carolina Monroy del Mazo no busca quedarse como presidenta nacional del PRI, en sustitución definitiva de Manlio Fabio Beltrones, pues en todo caso le interesa ser candidata del PRI a gobernadora del estado de México para relevar a Eruviel Ávila, ¡hasta mañana, con el británicamente fortalecido Donald Trump advirtiendo que de llegar a la Casa Blanca podría aplicarnos un #Mexit de tratados internacionales, como el de libre comercio!

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