Washington. Legisladores republicanos presentaron ayer el esperado informe sobre el asalto contra la misión de Estados Unidos en Bengasi, Libia, de 2012, en el que fallecieron el embajador Chris Stevens y tres diplomáticos, en el que acusan a la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, de subestimar y malinterpretar las amenazas extremistas. En el documento, cuestionado por los demócratas, se concluye que el gobierno no fue diligente para proteger a su personal en Bengasi y evidencia que muchos funcionarios del gobierno estadunidense sabían desde el principio que se trataba de un ataque terrorista, planeado y perpetrado en el decimoprimer aniversario del 11-S. Clinton, virtual candidata demócrata a la Casa Blanca, declaró: Entiendo que después de dos años y 7 millones de dólares gastados en el comité de Bengasi, salido de los fondos del pago de impuestos, tenían que dar el reporte hoy (martes) y no han encontrado nada que contradiga las conclusiones de la Junta Independiente de Responsabilidad o de las investigaciones previas llevadas a cabo por el Congreso. En declaraciones a la NBC, añadió: Dejaré que otros comenten este informe, pero creo que está bastante claro que es tiempo de seguir adelante.