Londres.

El primer ministro británico, David Cameron, aseguró este lunes que Reino Unido sólo iniciará oficialmente las negociaciones de salida de la Unión Europea (UE) cuando se haya decidido qué tipo de relaciones tendrá el país con ese bloque.

De acuerdo con Cameron, quien el viernes pasado anunció que dimitirá en octubre próximo, corresponderá al nuevo primer ministro decidir cómo serán esos vínculos.

Tras el referendo del jueves pasado, en el que los electores británicos decidieron que su país salga de la UE, los líderes de las instituciones europeas pidieron a Gran Bretaña actuar rápidamente, para evitar prolongar innecesariamente la incertidumbre.

Sin embargo, Cameron insistió en que corresponde a su país decidir cuándo comenzarán oficialmente las negociaciones de retiro del bloque europeo, luego del triunfo del Brexit (apócope del nombre del país con la palabra exit, que significa salida).

El ministro de Hacienda, George Osborne, rechazó la demanda de Bruselas de iniciar cuanto antes las negociaciones sobre la salida de la UE, y aseguró que las negociaciones oficiales no deben comenzar sino hasta después de que haya asumido un nuevo primer ministro, lo que ocurrirá el 2 de septiembre.

La revuelta en el Partido Laborista continuó. Varios legisladores exigieron su renuncia al líder líder, Jeremy Corbyn.

Pero un estrecho aliado de Corbyn explicó que el jefe de los laboristas no se hará a un costado de ninguna manera, ya que a final de cuentas sólo algunos diputados lo apoyan. Corbyn, quien pertenece al ala más a la izquierda del partido, fue electo hace nueve meses para presidir la formación, por amplia mayoría, aunque siempre fue muy criticado.

En Berlín, la canciller federal alemana, Angela Merkel, se pronunció por la adopción en el Consejo Europeo de una acción conjunta para que no se vean fortalecidas las fuerzas centrífugas en la Unión Europea.

Merkel se reunió con el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, quienes se dijeron en contra de negociar con Gran Bretaña antes de formalizar el Brexit.

El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, pidió mantenerse concentrado en este periodo de transición, tras el referendo británico, para que nadie pierda la cabeza” o busque vengarse de Reino Unido. Aseguró que las relaciones entre Estados Unidos y Gran Bretaña serán buenas.