París.

La descalificación de Rusia de la Eurocopa está entre lo posible. Lo que condiciona el castigo depende de si sus aficionados vuelven a causar disturbios como los del pasado fin de semana en Marsella. De repetirse el escenario será expulsada inmediatamente, anunció ayer la Comisión de Disciplina de la UEFA.

Además, la federación rusa fue multada con 150 mil euros (unos 168 mil dólares), la cual aceptó y renunció a recurrirla.

La suspensión de Rusia se aplicará si se producen incidentes violentos dentro del estadio en cualquiera de los partidos restantes del equipo durante el torneo, indicó el organismo europeo en un comunicado.

Poco antes del final del partido, que terminó 1-1, hinchas rusos, algunos enmascarados y vestidos al estilo comando, atacaron a seguidores del equipo rival en el estadio Vélodrome de Marsella.

Ya se había producido una batalla entre aficionados de ambos equipos en el puerto viejo de la ciudad, que dejó decenas de heridos, algunos de gravedad. Por este incidente la UEFA ya había amenazado el domingo con expulsar a ambos conjuntos del certamen.

Rusia enfrenta a Eslovaquia en Lille, este miércoles, y cierra la primera ronda contra Gales en Tolosa el próximo lunes.

Un portavoz del presidente ruso Vladimir Putin deploró los desmanes en Marsella, pero subrayó que aficionados de otros países también estuvieron involucrados en las trifulcas.

Es totalmente inaceptable y pedimos a nuestros ciudadanos que respeten las leyes del país, dijo el portavoz, Dmitry Peskov, en una teleconferencia.

En palabras del ministro de deportes, Vitali Mutko, los que fueron deportados es porque no acudieron a ver futbol: Hay una Eurocopa, pero todos hablan sobre peleas y sanciones.

El técnico de Rusia, Leonid Slutsky, confió en que su selección no será expulsada: Esa injusticia no ocurrirá. Estamos seguros de que (nuestros aficionados) no reincidirán y no darán justificación para que nuestro equipo sea descalificado.

Los miembros de la selección rusa pidieron calma a sus seguidores, aunque también culparon a los hinchas ingleses de los actos de violencia.

Mientras, la policía francesa detuvo ayer a 43 aficionados rusos acusados de haber estado vinculados con los incidentes.

Los aficionados fueron transportados hasta Marsella, donde podrían afrontar un proceso express y ser expulsados del país.

Pese a las advertencias, siguieron los enfrentamientos en Lille, en la víspera del Rusia-Eslovaquia, seguido de un Inglaterra-Gales el jueves en Lens.