Participa en Los puritanos y vuelve al recinto después de cuatro años
Con localidades agotadas, el domingo estrenó el montaje de esa obra de Bellini y dio vida a lord Arturo Talbot
La escenografía austera contrasta con la fastuosidad del vestuario
Martes 24 de mayo de 2016, p. 5
Cuatro años después de su más reciente actuación en un montaje operístico en el Palacio de Bellas Artes, el tenor Javier Camarena regresó el pasado domingo al máximo recinto cultural del país para estrenar la nueva producción de la Ópera de Bellas Artes de I puritani (Los puritanos), el último y más extenso de los 10 títulos del italiano Vincenzo Bellini (1801-1835).
Tanto es el revuelo que ha suscitado esta presentación del cantante veracruzano, que las localidades para la primera de las cinco funciones de esa obra se agotaron casi de inmediato y son pocas las que restan para las subsecuentes, según confirmó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Camarena –cuya más reciente ópera en México fue El barbero de Sevilla, en 2012– se ha convertido en el furor del arte lírico en el mundo; fue el primer intérprete en los pasados 70 años del Metropolitan Opera House en lograr bis en dos producciones consecutivas.
Esta ocasión marca el debut del aclamado tenor en el papel de lord Arturo Talbot, como parte de lo que él asume como su transición a un repertorio más lírico, sobre lo cual ha considerado que se trata de un atractivo desafío y un proceso natural.
Historia de amor
Hacía 36 años que Los puritanos no se escenificaba en el mencionado recinto mexicano. Esta nueva producción está apegada a la época y las formas en las que se desarrolla la historia: las primeras décadas de la Inglaterra del siglo XVII, momento de profunda relevancia para los anales de aquella nación.
Fue en esos años cuando Oliverio Cromwell, líder político y militar inglés, derrocó y llevó al patíbulo a Carlos I, el último rey de la dinastía Estuardo, de modo que sus partidarios, los puritanos, quienes practicaban el protestantismo llevado al límite, persiguieron a la reina Enriqueta de Francia y a su hijo Carlos II.
En ese contexto, donde de forma paralela se desarrolla una historia de amor que muestra algunos de los pasajes más brillantes de la escritura de Bellini, tanto en lo orquestal como en la exigencia vocal, con momentos de profunda demanda técnica para los cantantes, en particular para el protagonista masculino.
Con direcciones escénica de Ragnar Conde y concertadora de Srba Dinic, el montaje se caracteriza por su escenografía austera, basada en una especie de ruinas de un castillo o templo de arquitectura gótica, así como una iluminación sombría y por momentos densa. Ello contrasta con la fastuosidad y colorido del vestuario, apegado a las maneras de aquellos tiempos.
La estética sobre el escenario, por momentos, remite a algunas pinturas de Diego de Velázquez, tanto por su composición como por el manejo de la luz, pero en ciertos pasajes, sobre todo en las escenas que participa el coro, da la sensación de abigarramiento.
Según lo apreciado en el ensayo general del pasado viernes, las expectativas por el regreso del hijo pródigo a Bellas Artes están más que bien respaldadas por Camarena, quien no escatimó talento durante sus intervenciones.
El cantante emocionó y conmovió a la audiencia con el influjo de su canto, poderoso y terso en específico con el aria A te, o cara, que interpreta en el primer acto y se distingue por su ternura y un prolongado y cristalino agudo, y con la intitulada Credeasi, misera, del tercer y último acto, en el cual el tenor tiene mayor participación.
El elenco lo integran, además, la soprano Leticia de Altamirano, quien hace su debut en el protagónico de Elvira; Armando Piña, como sir Riccardo Forth; Rosendo Flores como sir Giorgio Valton y José Luis Reynoso, como lord Gualtiero Valton. Camarena alternará papel con su colega italiano Alessandro Luciano en las funciones del 24 y el 31 de mayo.
Los puritanos será presentada hoy, el 26, el 29 y el 31 de mayo en el Teatro Principal del Palacio de Bellas Artes, martes y jueves a las 20 horas, y el domingo a las 17 horas.