Las federaciones cumplen por temor a quedar fuera: Mario García
Viernes 6 de mayo de 2016, p. a14
Mario García de la Torre, jefe de la delegación nacional a los Juegos Olímpicos de Río 2016, consideró que hay quienes se oponen sistemáticamente a cumplir por diferentes razones el juego limpio (fair play) que promueve el Comité Olímpico Internacional, que pueden ser la comercialización de marcas de prestigio o hasta defender a las llamadas potencias deportivas.
Comentó que lamentablemente todavía se puede observar eso –sobre todo en los procesos selectivos previos a la justa cuatrienal–, que se vulneran los derechos de los competidores al usar trucos o estrategias que no respetan ese fair play que debe imperar en el deporte, como ha ocurrido en esgrima, especialmente con los mexicanos en otros países.
Dijo que los dirigentes deportivos deben apelar no sólo al respeto de los reglamentos de cada disciplina y las reglas establecidas en las pruebas de clasificación, sino presentar las protestas cuantas veces sea necesario, a fin de que se actúe en estricto apego a lo estipulado, ya que cualquier variación perjudica a los competidores.
No obstante, fue claro al señalar que en los Juegos Olímpicos difícilmente pueden darse esas situaciones, ya que “todos están en el aparador que son estas competencias y nadie quiere arriesgarse a ser echado del programa por actuar en forma dudosa o abiertamente indebida.
Todas las federaciones saben que hay deportes que pueden salir del programa olímpico, además de que hay otras que están en lista de espera para ser admitidas
, analizó.
Hizo hincapié en que a veces la comercialización de marcas también se ha convertido en un dolor de cabeza con su veloz avance, por lo que se han creado oficinas especializadas para estudiar, por ejemplo la mercadotecnia, y hacer las recomendaciones más convenientes a las instituciones deportivas.
En el caso específico de México, relató que se han ampliado las firmas comerciales que brindarán los uniformes, por ejemplo, a la delegación nacional, ya que hay pláticas con los deportistas –sobre todo aquellos que tienen patrocinadores-- para que nadie resulte perjudicado.
“A los atletas sólo se les pide tres días antes y nueve después de su competencia en los Juegos Olímpicos que porten los implementos deportivos de los patrocinadores oficiales –igual que en el resto del calendario de competencias oficial--, y tienen todo el tiempo restante, por decirlo así, ser fiel, a sus patrocinadores”, expuso.