Las grandes empresas trasnacionales y los intereses que representan constituyen hoy el principal riesgo que enfrentan los defensores de derechos humanos, definió el relator especial de Naciones Unidas en este rubro, Michel Forst.

Invitado a la Cámara de Diputados para presentar el libro 40 rostros de la dignidad: voces en defensa de los derechos humanos en México, el diplomático señaló que las grandes compañías compran montañas, cerros, lagos, lagunas y ríos. Para afrontar esa amenaza, dijo, él como relator deberá desarrollar actividades y reunirse con los representantes de las trasnacionales para recordarles su responsabilidad en el respeto a los derechos humanos, particularmente con la consulta previa, libre e informada antes de desarrollar proyectos

Forst anunció la determinación de acudir a México en visita oficial el año próximo, y escuchó los planteamientos de defensoras de derechos humanos, cuyas revelaciones confirman la gravedad de la violación sistemática de las garantías individuales.

Leticia Gutiérrez, directora ejecutiva de Escalabrinianas: Misión para Migrantes y Refugiados, adujo que a raíz de la llamada ‘‘guerra’’ contra las drogas, declarada por Felipe Calderón, la condición de mujeres y hombres en tránsito se transformó en dramática. Tan sólo de mayo de 2014 a abril de 2016 se registraron en total 23 amenazas graves a activistas, dijo.

Por su parte, Bettina Cruz, de la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec, refirió que las empresas multinacionales han instalado proyectos eólicos de generación de energía eléctrica, ‘‘despojándonos de nuestros territorios. Se han ocasionado afectaciones e impactos culturales, sociales, económicos sobre las comunidades, el ambiente y la naturaleza’’.

Claudia Erika Zenteno, defensora del medio ambiente de la zona protegida de Xochimilco, advirtió que ese sitio se está perdiendo a causa de la explotación, contaminación y expansión de la mancha urbana, y las agresiones más comunes a las y los defensores son la amenaza directa de muerte, de desaparición, intento de homicidio, intimidación, las amenazas cibernéticas y el acoso a familiares

En su turno, Michel Forst ponderó el contenido del libro presentado: ‘‘Muestra la universalidad de los derechos humanos. De acuerdo con la Declaración Universal, si queremos un mundo liberado del sufrimiento y donde los pueblos vivan con paz y libertad, libres del terror, tenemos un camino muy largo por recorrer. Revela la diversidad de los derechos, de los pueblos indígenas, al medio ambiente, a la tierra, económicos, sociales y culturales, libertad sindical y de prensa, manifestación, y es importante que se muestre esa diversidad’’.

Adelantó que la relatoría de la ONU para la defensa de derechos humanos obliga a fortalecer la protección de aquellas personas que son objeto de agresiones provenientes de los intereses económicos.

‘‘Las empresas compran montañas, cerros, lagos, lagunas, ríos, territorios, y frente a eso ya se tiene como objetivo desarrollar actividades y reuniones muy concretas con los responsables de las trasnacionales para recordarles su responsabilidad’’, concluyó el relator de la ONU.