Pese a que cayó 2-1 en la vuelta, el cuadro colchonero se clasificó al certamen europeo
Espera en Milán al ganador entre Real Madrid y Manchester City
El arquero Oblak, la figura rojiblanca
Así es el futbol, puedes jugar mejor y ser eliminado, señaló Guardiola
Miércoles 4 de mayo de 2016, p. 9
Munich.
A pesar de perder 2-1 ante el Bayern Munich, Atlético de Madrid obtuvo una clasificación agónica a su tercera final de la Liga de Campeones –en 1974 y 2014 perdió de forma cruel–. Además, el técnico Diego Simeone enterró el sueño del triplete al que aspiraba el equipo de Josep Guardiola.
El 28 de mayo, en Milán, los colchoneros esperan al ganador de la semifinal de este miércoles, en la que Real Madrid recibe al Manchester City en el Santiago Bernabéu, tras el 0-0 en la ida.
El arquero esloveno Jan Oblak con grandes atajadas, incluido un penal a Thomas Müller en la primera parte, y el francés Antoine Griezmann, con su anotación salvadora, fueron los héroes rojiblancos.
Atlético cayó pero hizo bueno el 1-0 conseguido en Madrid.
Xabi Alonso adelantó al Bayern en la primera mitad y Antoine Griezmann empató al minuto 53. Robert Lewandowski devolvió la emoción al 83, pero el gran protagonista del partido fue Oblak.
El encuentro se había presentado como un duelo del cholismo contra el guardiolismo, dos formas opuestas de jugar, y la primera parte respondió al guión. El partido fue un monólogo del Bayern, que jugó casi todo el tiempo en campo de los españoles.
Gabi desahogó un poco la presión con un disparo desde fuera del área que detuvo Neuer.
En el Allianz Arena, el partido llamaba a los grandes nombres, así que Pep no experimentó: Jerome Boateng jugó de inicio en el centro de la defensa, Franck Ribéry ocupó el extremo izquierdo y Thomas Müller volvió al 11 inicial.
El atacante alemán fue una pesadilla para los colchoneros, pero también erró un penal. Siempre se dice que la culpa de una pena máxima fallada es de quien la lanza, pero en realidad lo atajó Oblak.
Antes, Alonso, quien junto a Arturo Vidal controló el centro del campo, había adelantado al Bayern con un tiro de falta que se coló entre las piernas de Giménez y despistó al arquero esloveno. No hubo otra forma de doblegarlo.
Simeone tenía que hacer algo en la segunda mitad, así que tras el descanso dio entrada a Yannick Carrasco y al 53 los visitantes encontraron lo que habían ido a buscar: el contragolpe perfecto.
Una prolongación de Torres dejó solo a Griezmann frente a Neuer. El francés no perdonó. Sangre fría, pierna izquierda, raso y el 1-1. El reto era titánico para el Bayern, hasta que al minuto 74 un centro de Alaba que prolongó Vidal fue cabeceado por Lewandowski para el 2-1.
Torres tuvo la final de Milán en sus pies al 83, pero Neuer también quería su cuota de protagonismo y detuvo el penal que el mismo español había provocado.
Guardiola, quien de consuelo puede ganar el título de la Bundesliga antes de irse a dirigir al City, comentó: “Así es el futbol. Puedes jugar mejor y ser eliminado. Estoy triste por mis jugadores, fueron superiores, nos faltó un gol. Hicimos todo lo que pudimos y sólo queda felicitar al Atlético, que merece estar en la final... Sé que los grandes equipos deben ganarlo todo y que seré juzgado por no ganar la Champions”.
De su lado, Simeone expuso: “Vimos el mejor rival al que me enfrenté en un primer tiempo. Maravilloso ver a un Bayern con la continuidad en la intensidad del juego. Me dejó enamorado de esa realidad que estábamos viendo. El final fue maravilloso para los que miraban por televisión. Ocho minutos por jugar, cinco de descuento, un penal errado.