Cientos de turistas y cubanos expatriados llegan al malecón; la travesía es de una semana
El Adonia, de Carnival Corp, tiene capacidad para 700 pasajeros; se abre la puerta a otras líneas
Martes 3 de mayo de 2016, p. 20
La Habana.
Cientos de turistas y un puñado de emocionados cubanos expatriados llegaron este lunes aquí en el primer crucero procedente de Estados Unidos que atraca en la capital de la isla en más de 50 años, y fueron recibidos calurosamente por residentes de la zona antigua de la ciudad.
El Adonia, de Carnival Corp, con capacidad para unos 700 pasajeros, zarpó este domingo de Miami y atracó en el puerto de La Habana, al romper décadas de ausencia por las hostilidades entre los dos países vecinos.
Los visitantes pasearon por las restauradas calles de La Habana Vieja tras una ceremonia con salsa, música afrocubana y mucho ron.
Entre las personas agolpadas en el malecón para ver el ingreso del Adonia había un hombre de unos 40 años envuelto en la bandera de Estados Unidos, que fue insultado mientras hablaba con la prensa. Entre gritos de ¡traidor!
, el hombre, que discutía en voz alta con quienes lo atacaban, fue retirado por la policía en medio de una salva de aplausos, observó un equipo de Afp.
Para una emocionada Anna García fue algo más que un paseo de vacaciones.
Estoy nerviosa y emocionada al mismo tiempo; me fui de Cuba hace 48 años, cuando tenía seis. Así que imagínense todo lo que siento en este momento
, dijo García luego de bajarse del banco y entrar a territorio cubano por primera vez desde su infancia.
A causa del bloqueo, los estadunidenses no pueden hacer turismo libremente en la isla comunista, pero pueden visitarla con fines culturales, académicos, deportivos o religiosos. Visitar Cuba es realizar un sueño. La emoción me supera
, declaró la estadunidense Diana Liotta, quien, al igual que la mayoría de sus compatriotas, descendió del barco agitando banderitas de los dos países.
Antes de embarcarse rumbo a La Habana, Isabel Buznego, nacida en Cuba hace 61 años, comentó a la prensa que su papá murió sin poder viajar a la isla.
Vengo en su nombre, por eso tengo tantos sentimientos encontrados, pero estoy sobre todo feliz
, dijo Buznego.
Ella y su esposo salieron de niños de la isla hace más de medio siglo y retornan por primera vez.
Una ley que prohibía a los nacidos en Cuba arribar a la isla por barco casi retrasó el viaje, pero el gobierno socialista derogó la prohibición la semana pasada. La medida abre el camino a la mayor línea de cruceros del mundo y a otras que le seguirán.
Los ciudadanos cubanoestadunidenses pueden viajar libremente a la isla vía aérea. Alrededor de 300 mil aterrizan en La Habana cada año, según cifras oficiales.
El crucero tiene prevista una parada de dos días en La Habana, luego atracará en Cienfuegos, en el centro sur de la isla, para finalmente llegar al puerto de Santiago de Cuba, en la región oriental, en una travesía de una semana.
Carnival, cuyos camarotes cuestan entre mil 800 y 7 mil dólares, viajará dos veces al mes en cruceros de una semana con el propósito de promover el intercambio cultural entre los dos países, que reanudaron relaciones diplomáticas en julio pasado.
El abrupto cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba es parte del legado que deja el presidente Barack Obama, cuyo sucesor se elegirá en noviembre.