Por 200 pesos, en la Ciudad de México un automovilista puede utilizar su vehículo aunque tenga prohibido circular por cuestiones ambientales.

Si por olvido, necesidad, urgencia, falta de atención o indiferencia sale a la calle con su automóvil en un día de restricción por las nuevas medidas del programa Hoy no circula, basta con toparse con un policía de tránsito que en lugar de aplicar la multa correspondiente ofrezca negociar la infracción.

Este elemento de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México también instruirá sobre los riesgos de otras opciones, porque ahora los graban o les toman fotos para subirlas a las redes sociales. Aun así, para sellar el trato y garantizar su fiabilidad, proporcionará una clave escrita en un papel para mostrarla como salvoconducto en su camino, en caso de que lo vuelvan a detener.

Esto le ocurrió a Fabiola el sábado 30 de abril, a mediodía, en el cruce de avenida Insurgentes y Río Churubusco, donde un elemento con uniforme reglamentario blanco y amarillo, “autorizado para infraccionar”, le indicó que se orillara.

En ese momento cayó en cuenta que su auto, con placas terminación cero y engomado azul, no podía circular. Era el primer sábado, desde el 5 de abril, que la medida le tocaba a ella en fin de semana.

Me dije: ya valí. Contrariada porque traía a su bebé en el asiento trasero, le pidió al oficial que le cobrara la multa y le facilitara su dispositivo electrónico para hacerlo, contó Fabiola en entrevista.

Sin embargo, el oficial, en lugar de informarle que esta violación no se paga sólo con multa, sino que incluye el traslado forzoso del vehículo al corralón, le advirtió que si pedía el dispositivo, éste, al igual que una grúa, tardaría en llegar de 45 minutos a una hora.

“Estábamos obstaculizando el tránsito. En este punto hay obras y nosotros parados ahí. Una amiga que venía en un auto atrás de mí le preguntó al policía que si no tenía dispositivo, entonces ¿cuáles eran las opciones para pagar?

Nos contestó que ahora cualquiera los grababa, que estaba difícil, hasta que nos pidió que le invitáramos algo. Le pregunté que si un refresco. Contestó que 300 pesos, pero que se los diera bien doblados entre la licencia de conducir y la tarjeta de circulación. Sólo traía 200.

Sin embargo, como la conductora escuchó que momentos antes el agente habló por radio con alguien para pedir una grúa, porque tenía otro auto, le preguntó si no tendría problemas después.

Él le contestó que no, que levantaría el reporte con la matrícula del auto de su amiga y que escribiría que se trató de una revisión de placas. Además, le pidió papel para anotar una clave por si la volvían a detener.

Consciente de que había incurrido en una irregularidad para poder retirarse, lamentó que la restricción de no circular beneficie principalmente a unos cuantos.

Consultada sobre el caso, el área de comunicación social de la SSP sólo informó que del 5 al 30 de abril se aplicaron un total de 4 mil 720 multas a automovilistas por infringir el programa Hoy no circula generalizado.