Para la bailarina y actual directora del English National Ballet, Tamara Rojo (Montreal, 1974), hoy la danza profesional exige un esfuerzo parecido al de un atleta de élite, pues desde sus inicios el ballet implicaba virtuosismo y elegancia en los movimientos.

“Ambos aspectos se tratan de mejorar de generación en generación, y aunque la ruptura de la danza moderna a principios del siglo XX supuso una ampliación de movimientos y cierta relajación, enseguida la ambición perfeccionista humana se impuso.

Es cierto que el ímpetu perfeccionista no es lineal y que tiene altibajos, pero en este momento la exigencia física para los bailarines que interpretan los repertorios clásico y contemporáneo creo que no tiene parangón con épocas anteriores, afirma a La Jornada –vía correo electrónico– Tamara Rojo, quien visitará México el 30 de julio para participar en la gala Despertares, que organiza el bailarín mexicano Isaac Hernández en el auditorio Telmex de Guadalajara.

En opinión de la artista nacida en Montreal, pero de nacionalidad española, además de los mínimos requisitos físicos, como cierta proporcionalidad corporal, coordinación motora, lateralidad natural, capacidad memorística e interpretativa, musicalidad y sentido del ritmo, “los bailarines profesionales, en estos tiempos –como defiendo en mi tesis doctoral, Perfil sicológico de un bailarín de alto nivel: rasgos vocacionales del bailarín profesional–, precisan de aptitudes sicológicas e intelectuales que posibiliten un ejercicio profesional comprometido con su arte y con la función social de su profesión”,

Por atraer nuevos públicos

Tamara Rojo afirma que uno de sus objetivos al frente del English National Ballet consiste en aportar visiones estéticas que nos desarrollen como artistas y sean capaces de atraer nuevos públicos sin perder al espectador tradicional del ballet. No es fácil, pero creo que es indispensable para que la danza profesional tenga el dinamismo imprescindible y perdurar como arte autónomo.

La bailarina y coreógrafa, premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2005, ha logrado compaginar el repertorio clásico con el contemporáneo; incluso ha impulsado la creación de nuevas coreografías con estilos eclécticos que no siempre se enmarcan en el recorrido de lo que identificamos como danza contemporánea.

A manera de ejemplo señala que la colaboración que ha tenido su agrupación con el coreógrafo Akram Khan, cuyo estilo se enmarca en una fusión entre la danza Kathak y la contemporánea occidental, aporta un claro enriquecimiento artístico para los bailarines y la compañía.

En Despertares, Tamara Rojo interpretará el paso a tres de El corsario, con Esteban e Isaac Hernández, así como Two pieces for Het, de Hans Van Manen, que se estrenará en México.

En esa gala, el bailarín principal del ENB, Isaac Hernández, convoca a 25 estrellas de las mejores compañías en el mundo para ofrecer una propuesta de calidad al público mexicano.

Respecto de ese proyecto que se realizará en Guadalajara, la directora del ENB expresa: “Me parece extraordinario el trabajo que hace Isaac en México. La oportunidad de ver a tantos grandes bailarines del mundo interpretando piezas del repertorio clásico y creaciones es única. Es una forma fantástica de inspirar al público que disfruta el ballet y generar el interés de nuevos espectadores.

“Me parece también importantísimo el trabajo que hace con su fundación Releve para promover el ballet en espacios públicos, las conferencias de motivación para los jóvenes aspirantes y también el trabajo que realizan para hacerlo accesible mediante las escuelas gratuitas de ballet en Tlajomulco.

Estoy segura de que están muy orgullosos en México de toda su labor, como lo estamos nosotros en el English National Ballet de que sea parte de la compañía.

La gala Despertares se efectuará el 30 de julio a las 20:30 horas en el auditorio Telmex de Guadalajara, con bailarines de los ballets New York City, ENB, San Francisco y Mariinsky, así como de la Ópera de París.