En México, cuatro de cada 10 víctimas de violencia sexual tienen menos de 15 años, y una tercera parte entre 16 y 30, aseguró Save the Children al presentar la campaña global Hasta el último niño y niña, con la cual buscan combatir la exclusión de niños y adolescentes.

De acuerdo con el organismo, entre 2006 y 2014 ocurrieron casi cien mil partos de mujeres menores de 15 años que probablemente están relacionados con abuso o violencia física.

Los adolescentes mexicanos, según el reporte, han sido excluidos del progreso alcanzado en los pasados 15 años en el país.

Al menos 22 millones de jóvenes entre 10 y 19 años de edad, que representan casi 20 por ciento de la población, viven en condiciones de pobreza; 11 por ciento de ellos viven en pobreza extrema.

En tanto, 15.3 por ciento de quienes tienen entre 15 y 19 años no estudian ni trabajan.

El análisis, presentado ayer en conferencia de prensa en la Casa de Francia, en la ciudad de México, advirtió también que en lo que va del sexenio el promedio anual de muertes de adolescentes por homicidio es de mil 407, lo que representa una disminución en relación con la administración anterior, pero aún se encuentra muy por encima del promedio registrado de 2001 a 2006, que fue de 871.

Save the Children advirtió que tres entidades –estado de México, Guerrero y Chihuahua– concentran 32 por ciento del total de esas muertes, que en su mayoría fueron hombres.

En su informe, subrayó que los adolescentes enfrentan en México retos relevantes para acceder a los servicios básicos, así como al conjunto de sus derechos.

Sólo 54 por ciento de 11.17 millones de personas de 15 a 19 años están inscritos en el sistema educativo, mientras, del grupo de 12 a 14 años, 86 por ciento tienen la primaria completa y 76 por ciento de los 15 a 17 años cuentan con la secundaria terminada.

La situación se agrava cuando se trata de indígenas, pues sólo 65 por ciento de quienes viven en ese tipo de hogares completaron su educación secundaria, frente a 78 por ciento de quienes viven en hogares no indígenas.

Mientras tanto, 52 por ciento de las mujeres de entre 12 y 19 años que han tenido relaciones sexuales alguna vez ha estado embarazadas, y una tercera parte de las de 15 a 19 años reportaron su embarazo como no planeado.

La campaña global Hasta el último niño y niña durará tres años y su objetivo es impulsar políticas públicas y mayores recursos para sacar de la exclusión a los menores de 19 años.