Opinión
Ver día anteriorSábado 23 de abril de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El día de Sant Jordi
A

pesar de que quienes regentean el santoral pidieron la renuncia a San Jorge, la verdad es que el azote de los dragones sigue apareciendo normalmente en muchos calendarios, como si nada hubiera pasado. ¿Será que, en aras de su rentabilidad, lo volvieron a meter disimuladamente en la nómina?

A lo mejor prometió re-dimirse de su rol antiecológico, pues los dragones eran los principales enemigos de las princesas y demás damas de la nobleza, que en verdad constituyen una plaga que debería ser extinguida.

Como ello ocurrió cuando en México se sacaron del mercado los coches excesivamente caros, utilizando el término de que se descontinuaban, tal fue el verbo que se aplicó a la operación; entre otros, Jorge pasó a ser precisamente un santo descontinuado.

Haiga sido como haiga sido, lo cierto es que sigue apareciendo en los calendarios el día 23 de abril; un porcentaje razonable de recién nacidos lleva su nombre y no parece dar trazas de desaparecer.

Tiene además la ventaja de que el feminismo galopante no se ha atrevido aplicarlo en el rollo de la equidad de género. Me ha tocado saber de mujeres que se llaman Javiera y hasta Rodolfa, pero hasta la fecha no he sabido de nadie que se llame Jorja.

Otra cualidad que fortalece sobremanera a nuestro ex santo espadachín y lancero es que desde un tiempo acá se ha asociado con el libro al extremo de que el dicho 23 de abril ha sido señalado ya como el día mundial del libro y muchos países se lo toman en serio.

En Guadalajara, por ejemplo, a pesar de que hay dos ferias del libro, una municipal que sigue siendo muy modestita y una internacional que está a la cabeza de todo el mundo, el día de San Jorge se dedica a una actividad libresca bastante significativa: aparte de poner a la venta algunos libros, se organiza la lectura desde el principio a fin, a cargo del número necesario de voces, una obra importante, a manera de un merecido homenaje a su autor.

Lo curioso es que ello sucede en una calle que recibe el nombre de Rambla Cataluña, que está cerrada al tránsito de automóviles y se encuentra inmediata a la sede principal de la Universidad de Guadalajara. Dicha calle está presidida por una copia de la famosa estatua barcelonesa de Sant Jordi, debida a Josep Llimona.

Ello no es una mera casualidad. Dicha estatua fue obsequio de la ciudad de Barcelona a la de Guadalajara, en 2004, cuando la Feria Internacional del Libro tuvo a Cataluña como país invitado de honor, la cual fue, por cierto, una de las más exitosas de las casi tres decenas habidas hasta la fecha.

¿A qué viene la asociación? Pues a que el día 23 de abril tiene lugar en Barcelona y toda Cataluña una exposición y venta de libros de proporciones muy difíciles de imaginar. Vale decir que, de un breve tiempo para acá la UNAM ha seguido los pasos…

La tradición empezó con el obsequio que la dama hacía a su galán de un libro a cambio de la rosa que éste le obsequiaba. Con el tiempo, el mercado de las rosas se ha mantenido estable, pero el de los libros ha crecido, pues ahora el obsequio es lo mismo para unos que para otras.

El día de Sant Jordi es, pues, muy importante para Cataluña, pero su valor se ha proyectado también a muchas otras partes.

In memoriam Jordi Murià i Romaní