Buenos Aires.

La ex presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner convocó este miércoles a conformar un gran frente ciudadano para reclamar por los derechos arrebatados perdidos al hablar una multitud que la esperaba bajo una lluvia constante a la salida de los tribunales donde compareció ante un juez en una causa que, la ex mandataria, así como una mayoría de juristas, consideran armada en el marco de una persecución política.

Quiero que estén todos muy tranquilos. Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero no van a hacerme callar lo que pienso, dijo Fernández de Kirchner visiblemente emocionada, pero firme, después de pasar por el juzgado del polémico juez Claudio Bonadío, quien abrió una causa por una operación del Banco Central con ventas de dólar a futuro durante su gestión, lo cual no configura delito alguno.

La ex presidenta recordó al juez que tiene absolutamente prohibido actuar en política porque los jueces deben administrar justicia igualitaria para todos los ciudadanos y dijo que las acusaciones que se le hicieron no tienen el menor asidero jurídico y técnico. En un escrito que presentó en el juzgado, Fernández de Kichner subrayó que el magistrado ha tenido actitudes y otras intervenciones en público que lo convierten en arbitrario, parcial, orientado políticamente y no en cuanto a política judicial.

Cuando Bonadío intentó preguntarle, Fernández de Kirchner le respondió que contestar preguntas no haría más que convalidar su manifiesta arbitrariedad, ilegalidad e incompetencia técnica y profesional.

Resaltó asimismo que sobre la acusación de asociación ilícita que se me ha leído la única organización en que he participado es en el Poder Ejecutivo Nacional en mi carácter de titular en dos oportunidades consecutivas por voluntad mayoritaria del pueblo argentino con 46 y 54 por ciento de los votos, en 2007 y 2011, respectivamente. Comparó el proceso en su contra con la proscripción de Juan Domingo Perón, y aseveró: estoy segura de que si pudieran prohibir la letra K del abecedario lo harían.

En su escrito la ex mandataria, una experta abogada, terminó acusando al juez Bonadío por prevaricato, después de exponer todas las razones que, dijo, demuestran la debilidad y falsedad de la causa.

De todo esto habló ante la multitudinaria manifestación que la esperaba, con cánticos y banderas en un una recepción que superó todas las expectativas. Refirió algunas de las repuestas que dio al juez en su escrito y pidió tranquilidad a sus seguidores y a miles provenientes de sectores independientes que estuvieron allí para apoyarla.

Este es un gobierno que no cuida a los argentinos, sostuvo la ex gobernante, quien recordó que “tenemos industrias en crisis, comercios cerrados, tarifazos en servicios públicos, de los que la gente no puede prescindir”.

Nunca vi tantas calamidades producidas en tan solo 120 días, advirtió ante la eliminación de las retenciones y la tragedia del desempleo.

He guardado un democrático y respetuoso silencio, por respeto a la voluntad popular, pero el que más tiene que respetarla es el gobierno que dijo que no iba a devaluar, que no iba a despedir, pobreza cero y que iba a mantener todo lo bueno que se había hecho y añadió: muchos de ese 51 por ciento que lo votó lo hizo creyéndole.

Más adelante señaló que siento por un momento que el pasado nos ha atrapado nuevamente, les propongo con inteligencia que seamos capaces de armar un gran frente ciudadano, que convoque a esos gremios que marchaban porque no querían pagar el impuesto a las ganancias y ahora están echando como perros a los trabajadores.

Les solicitó no enojarse con amigos, ni con parientes, porque hayan votado por Macri unan sus esfuerzos porque no podemos permitir un retroceso como en otros años, porque luego cuesta mucho remontar. Fue un discurso de una hora ante una multitud que no quería dejarla ir, después de cuatro meses de silencio.

Se refirió a que el frente ciudadano tiene que reclamarle al Congreso, que antes llamaron la escribanía de Cristina, que sea la escribanía del pueblo, y habló sobre legisladores que integraron las filas del Frente para la Victoria y luego se fueron, recordando que la democracia exige que cada uno respete el voto que lo llevó a esa banca.

Los papeles de Panamá

Se refirió al escándalo de Los papeles de Panamá en los que está involucrado Macri con al menos cuatro sociedades offshore, y apuntó a los adalides de la moral: es cierto que querían llevarnos al mundo, nos han llevado, a todas las tapas de los diarios internacionales, dijo con ironía , y agregó que una vez más, los medios de comunicación intentan tapar el sol con las manos.

Expuso que cuando era senadora, en los 90, llevó “adelante el juicio político contra tres miembros de la Corte con mayoría automática, la misma que había sobreseído a quien hoy es presidente de la nación por una causa de contrabando agravado de autos a través de cuentas offshore”.

En este caso los medios, lo taparon todo prolijamente, debe haber muchos argentinos que ignoren esto. ¿Se imaginan si yo hubiera sido presidenta con un antecedente de haber sido absuelta por contrabando agravado por mayoría automática en la Corte? ¿se imaginan?, volvió a preguntarse, y cerró: durante mi gobierno se pasaron buscando la ruta del dinero K y se encontraron con la ruta del dinero M.

Sobre otro tema clave de estos momentos sostuvo no quiero que una dirigente social como Milagro Sala esté encarcelada sin saber de qué se la acusa. En cuanto a mí, no se preocupen. Ustedes saben que voluntariamente y explícitamente he renunciado a tener fueros. Se cansaron de publicar que iba a tener un cargo electivo que me diera fueros. No los necesito. Tengo los fueros del pueblo.