Las Vegas.

Estoy triste porque es mi última pelea después de 20 años en el boxeo, expresó Manny Pacquiao sobre el combate de este sábado ante Timothy Bradley, a realizarse en peso wélter en el MGM.

El filipino, de 37 años, aseguró que será su contienda de despedida porque mi familia me convenció y desea dedicarse a ayudar a mi pueblo, ya que es candidato al Senado de su país.

Extrañaré al pugilismo y por eso daré lo mejor de mí, dijo el Pacman, al asegurar que recuperó el hambre de pelear, luego de que en sus recientes contiendas fue criticado porque parecía que no se empleaba a fondo.

Entrené para ganar y Dios está conmigo. Estoy fresco después de un año de ausencia, dijo en alusión a su batalla en mayo pasado ante Floyd Mayweather.

Enfrentará por tercera vez a Bradley, quien ganó en 2012 el duelo al asiático y en la revancha se impuso Pacquiao.

Será recordado como uno de los mejores de la historia, pero soy distinto al de las dos primeras peleas, dijo Bradley.

Campeón en ocho divisiones, Pacquiao comenzó su carrera profesional a los 16 años. Tiene un sueldo garantizado de 7 millones de dólares –más venta del pago por evento–, lejos de los 100 mdd que recibió ante Money.

En la velada el alemán Arthur Abraham defenderá su cetro supermedio OMB ante el mexicano Gilberto Ramírez y el ex olímpico mexicano Óscar Valdez enfrentará al ruso Evgeny Gradovich.