La intensa actividad del volcán Popocatépetl no incrementa el nivel de contaminación de la Ciudad de México, debido a que la ceniza se dirige a Puebla, señaló Luis Felipe Puente, coordinador del Sistema Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación. No nos está afectando porque los vientos de esta temporada circulan, como lo hemos visto en las fumarolas, hacia Puebla, comentó.

Sin embargo, emitió diversas recomendaciones aplicables en las zonas más cercanas al coloso, ante la persistencia de la alerta amarilla fase dos, las cuales van dirigidas por lo pronto a las autoridades, más que a la población. La fase tres va enfocada a la población, pero no necesariamente al desalojo, mientras la etapa tres mayor indica posible salida de los habitantes en un círculo de 12 a 18 kilómetros.

Puente indicó en entrevista que si bien con un volcán en activo siempre existe riesgo, como puede ocurrir ante los sismos, la actividad está totalmente vigilada.

El coloso visto desde el sur de la Ciudad de MéxicoFoto Carlos Ramos Mamahua

Los habitantes de la localidad comentan incluso que los ruidos que emite el coloso son habituales; esta información es de carácter cotidiano, junto con la científica y técnica. Los especialistas, añadió el funcionario, señalan que mientras el Popocatépetl emita fumarolas, es señal de desahogo de su propia actividad.

Es el caso contrario de cuando vibra y no lanza fumarolas; en tal situación sí hay mayor alerta, porque indica la existencia de un tapón. Si no estuviera lanzando nada, pero los sismógrafos nos informaran de fuerte actividad interna, pues ¡córrele!, porque algo va a pasar. Esa es la información dicha de forma más común para entenderlo: hacer consenso y tomar votación, dijo.