Organizaciones defensoras de derechos humanos demandaron al gobierno federal cumplir con los convenios que suscribe en materia de derechos humanos y que cese la campaña de desprestigio y descalificación contra Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

En conferencia de prensa, representantes de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), Ciudad Feminista, Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Letra S y la Red de Defensoras de Derechos Humanos señalaron que es muy preocupante que la campaña contra los miembros del GIEI y de Álvarez Icaza se realice en un contexto de desprestigio de los defensores y de no aceptación de las recomendaciones por parte del Estado mexicano.

Cerrar brecha

Por ello demandaron que se adopten las medidas necesarias para garantizar que los defensores de derechos humanos desarrollen su labor, se respeten los convenios y observaciones de los organismos internacionales de derechos humanos, y se cierre la brecha existente entre el marco normativo y la búsqueda real de justicia.

Alejandro Brito, de Letra S, señaló que las organizaciones defensoras de derechos humanos manifestamos nuestro apoyo a Emilio, quien ha sido un aliado en nuestras causas, y quien ha defendido como nadie los derechos de las personas ante todo tipo de violaciones relacionadas con la discapacidad, los derechos sexuales, de identidad de género; es una persona sumamente comprometida, que no merece este trato.

Por ello cuestionó la decisión de la Procuraduría General de la República de dar entrada a una denuncia por presunto fraude contra Álvarez Icaza, misma que, dijo, ya fue desestimada por el propio subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa.

Al respecto, Gabriela Delgado, de Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide Social), agregó que el gobierno mexicano firmó un convenio para la presencia en nuestro país del GIEI, y resulta inconcebible que ahora, después de tanto tiempo, vea inconvenientes. No es posible que primero se acepte (su participación), pero cuando los resultados no son convenientes, se inicien las difamaciones.