Los partidos PAN y Morena en la Cámara de Diputados responsabilizaron al gobierno federal por orquestar el proceso de desarticulación de Petróleos Mexicanos, con objeto de entregar esa empresa a la iniciativa privada.

Ambas fuerzas políticas exigieron al presidente Enrique Peña Nieto congruencia con la historia y los logros de la posrevolución mexicana; Petróleos Mexicanos es el fruto de la lucha de todo un pueblo por hacerse de los recursos naturales que le pertenecen.

Jorge López, vocero del blanquiazul en San Lázaro, recordó que la mayoría las fuerzas políticas en el Congreso entregaron al gobierno federal una reforma energética, producto del trabajo y de la concertación que hoy vemos ha resultado en un fracaso absoluto al no garantizar la reorganización prometida de Pemex. Enrique Peña y su gabinete han resultado incapaces de elevar el potencial de la empresa más importante en materia de contribución presupuestaria, y hoy nos conducen a la situación histórica que privaba antes de 1938, cuando las empresas trasnacionales dominaban el mercado petrolero nacional.

Para el PAN, dijo, la situación en que se encuentra Pemex implica un riesgo para la soberanía nacional, y disminuye la credibilidad del país.

Por su parte Emiliano Álvarez, diputado de Morena, advirtió que la desarticulación de Petróleos Mexicanos es a todas luces una acción concertada entre un gobierno entreguista y desnacionalizador que actúa junto a los intereses privados, influidos por la presión del capital internacional.

El legislador consideró que aún hay tiempo para recuperar el postulado histórico, intrínseco en la expropiación petrolera que concretó Lázaro Cárdenas, para que la población, movilizada, revierta el proceso de desmembramiento de la (ex) paraestatal.