El patrón, radiografía de un crimen
l caso se inspira en un suceso de nota roja ocurrido en la década de los 80 en Argentina. Hermógenes Saldívar (Joaquín Furriel), el empleado de una carnicería, soporta durante largo tiempo y con paciencia infinita las vejaciones de su patrón Latuada (Luis Ziembrowski), personaje mezquino y racista. El patrón, radiografía de un crimen, primer largometraje de ficción del documentalista bonaerense Sebastián Schindel, arranca de modo atractivo, explorando con buen ritmo narrativo los motivos que transformaron al explotado carnicero en un asesino con una reclusión perpetua por delante. El director procura seguir puntillosamente la propia pesquisa del criminólogo Elías Neuman, autor de la novela homónima en que se inspira la cinta, y mediante saltos temporales muestra paralelamente el afán de un abogado defensor por desentrañar el misterio de un crimen en apariencia inexplicable, y la cadena de humillaciones que padecen Hermógenes y su esposa, dos seres de una pasividad y sumisión que raya en lo inverosímil.
El thriller prometedor desemboca penosamente en un cuadro muy maniqueo que opone villanías y bondades extremas. Dentro de ese enfoque destaca, sin embargo, algo que el documentalista Schindel maneja con mayor pericia: la descripción de todas las mañas y corruptelas para hacer pasar por carne fresca una mercancía averiada, casi podrida, desde la utilización de productos químicos para modificar la apariencia y el sabor del producto, hasta las técnicas para seducir y timar a la clientela. A su manera, la sucia faena en la carnicería se vuelve una metáfora, literalmente muy visceral, de la corrupción, la falta de escrúpulos y el afán de lucro presentes en la sociedad mercantilista. Hay, sin embargo, un victimismo sin matices en la presentación de un Hermógenes analfabeto incapaz de un mínimo grado de complejidad moral, y mucha corrección política en la actitud paternalista y el patrocinio moral de su abogado defensor. El perfecto canalla que es Latuada no basta para sostener un relato bien intencionado pero en definitiva bastante convencional.
Cineteca Nacional. Sala 2: 12 y 17:30 horas.
Twitter: @carlos.bonfil1