Culiacán, Sin.

Una fosa clandestina con cuatro osamentas fue hallada la mañana de ayer en las cercanías de la comunidad de San Blas, municipio de El Fuerte, informó la organización Las Rastreadoras, integrada por familiares que se dedican a buscar por cuenta propia a sus parientes privados de la libertad ilegalmente.

Precisaron que el hallazgo ocurrió cuando hacían un recorrido por esa zona, luego de recibir reportes anónimos de que en el sitio había varios cadáveres. Los activistas avisaron a la Policía Ministerial y a la Procuraduría General de Justicia del estado para que enviarán personal del Ministerio Público.

Según versiones extraoficiales, las víctimas tenían lesiones de bala, aunque se desconocen sus identidades.

Las Rastreadoras han localizado en los municipios de Choix, El Fuerte y Ahome alrededor de una docena de fosas y aproximadamente 36 cuerpos de personas muertas con violencia, en casos presuntamente relacionados con el narcotráfico.

Datos de esta organización indican que el fenómeno de las desapariciones forzadas no ha disminuido, sino que ha aumentado en el norte de Sinaloa con la participación de las corporaciones policiacas, el Ejército Mexicano y la Marina.

Para nosotras es desalentador que aumenten las ausencias de padres de familia, pero es lo que sucede. Lo sabemos porque nuestra membresía va en aumento, afirmó Mirna Nereida Medina, dirigente de Las Rastreadoras, organización que desde 2015 realiza por su cuenta la búsqueda de sus familiares desaparecidos.

167 ausencias en lo que va de 2016

Dijo que de enero a marzo de este 2016 les reportaron 167 desapariciones, lo que supera con mucho los 78 casos que tenían cuando fundaron la agrupación, el 28 de febrero de 2015.

Agregó que en la zona norte de Sinaloa cada mes privan de la libertad a siete personas, es decir, dos desaparecen cada semana.

De los 36 cadáveres encontrados –la mayoría en fosas clandestinas– 16 están plenamente identificados, y 20 permanecen en las funerarias o en los servicios de medicina forense de la procuraduría del estado, en espera de que las pruebas de ADN permitan su identificación plena.

Medina señaló que la participación de mujeres en la búsqueda de sus familiares descendió notoriamente, pues ante la desaparición de los esposos, que en su mayoría son el sostén económico de la familia, son las madres quienes tienen que obtener empleos y mantener a sus hijos, lo que ha significado su retiro de la organización o que participen menos en el rastreo de víctimas.