Domingo 13 de marzo de 2016, p. 9
Buenos Aires. La cantante mexicana Lila Downs conquistó a las más de tres mil personas que colmaron el teatro Gran Rex de Buenos Aires, donde alternó clásicos de su carrera con las canciones de su más reciente álbum Balas y chocolate. Con una escenografía sobria en la que se proyectaron grabados y fotografías, Downs apareció cantando la animada Cruz de madera, que con sus acordes que rememoran a los corridos mexicanos marcó el to- no festivo del recital. El recorrido musical, que siempre es ecléctico en el mundo de esta artista, incluyó las rancheras Vámonos y Paloma negra, la romántica Cuando me tocas tú y la alegre Viene la muerte. Uno de los momentos más especiales fue la interpretación de Cucurrucucú paloma. La cumbia del mole marcó el inicio de la despedida. Aunque dijo adiós, la insistencia del público hizo volver a la artista que protagonizó un momento mágico cuando interpretó a capella, sola e hincada en el centro del escenario, La llorona. Fue el final de un concierto que consolidó una alianza con el fiel y efusivo público argentino.