Sociedad y Justicia
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Eucaliptos, 95% de la flora derribada; tienen poca raíz, explican

Los efectos del clima adverso se deben a la mala planeación urbana
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de marzo de 2016, p. 35

El país no está preparado para enfrentar fenómenos como los intensos vientos que se han presentado desde ayer en la Ciudad de México y otras entidades, los cuales han generado caos, accidentes y hasta la muerte de transeúntes por la caída de árboles y espectaculares o por accidentes viales, señalaron académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Manuel Vázquez Díaz, integrante del Observatorio Meteorológico de la casa de estudios, indicó que la caída de árboles y espectaculares se presenta por la mala planeación urbana.

Alrededor de 95 por ciento de los árboles que han caído son eucaliptos, que no son originarios de México, tienen poca raíz, son muy quebradizos y leñosos. Mientras los espectaculares, en principio no deberían existir, cada vez son más, más altos y con menos estructura, no cuentan con alguna medida como hoyos para dejar pasar el viento, por lo que al no tenerlos le oponen gran resistencia y por ello son derribados.

El especialista señaló que una de las causas para que el viento sople en ráfagas como las de ayer alrededor de la una de la tarde que variaron de los 18 a los 43 kilómetros por hora, es la deforestación que hay en la capital.

Hemos agredido tanto a la naturaleza, que ahora nos cobra la factura. Debería haber una reforestación de las montañas que rodean a la Ciudad de México. Además, no se deberían plantar árboles que no sean originarios de aquí y que no ofrecen resistencia. En el caso de los espectaculares hacerlos más pequeños, eliminarlos o fabricarlos con hoyos que dejen pasar el viento. Es importante no tirar basura para que la lluvia circule por el drenaje y evitar inundaciones.

El fenómeno de los fuertes y fríos vientos, dijo, se da porque netraron dos frentes fríos al país, que se combinaron con una masa de aire húmedo proveniente del Pacífico y con el ecuador térmico (inicio del calentamiento de la atmósfera ante la llegada de la primavera). Aunado a ello, los eventos se vuelven más intensos por la mayor acumulación de gases de efecto invernadero.

El Niño

Por su parte, Jorge Zavala, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), explicó que los vientos se deben a la intensidad de las masas de baja y alta presión que originaron la tormenta invernal número 11 y al fenómeno de El Niño, que causó su desplazamiento de norte a sur.

Pese a los efectos adversos, esta tormenta invernal no debe alarmar a la población; al contrario, debemos aprovechar los beneficios naturales, como la captación de agua en nuestras reservas y las precipitaciones en zonas donde no ha llovido, añadió Ismael Pérez García, también del CCA.