Hay esperanzas fundadas de que podrá haber mejoría en los salarios de los trabajadores mexicanos, y que esta situación va a cambiar para bien, afirmó ayer el titular de la Secretaría del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida. Señaló que más que una utopía, el aumento de los ingresos del sector obrero representa un anhelo al que ya se están encaminando varias acciones.

Al inaugurar el Encuentro de especialistas sobre salario mínimo, el funcionario sostuvo que a pesar de la situación económica del país, no se debe ver con pesimismo el tema de los sueldos, sino como una gran oportunidad de encontrar fórmulas para mejorarlos, pero para ello se tienen que llevar a cabo diversas acciones paralelas.

Entre dichas acciones, dijo, se debe pensar en dar apoyos a los empresarios para que aumenten los niveles de productividad, como créditos, simplificación fiscal y reducción de tasas de interés, para que éstos a su vez formalicen a los trabajadores y mejorar los niveles de contratación.

Habría que preguntar a las cámaras de industria, comercio y servicios del país qué opinarían de que hubiera un aumento directo a los salarios sin incremento en la productividad, planteó.

Expuso que según estudios realizados en América Latina, en las naciones donde se aumentaron las percepciones por decreto la política fracasó, hubo alto incumplimiento de las empresas y no resultó en mejoría para los trabajadores.

Destacó que los resultados del referido encuentro permitirán contar con elementos para el diseño de una política de recuperación gradual de los sueldos, y recordó que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) determinó el año pasado un incremento muy importante, casi del doble de la inflación, y para 2016 hay un amplio margen para que se siga recuperando el poder adquisitivo.

En el evento, el representante del sector obrero ante la Conosami, José Luis Carazo, expuso que no es lo mismo aumentar los salarios que recuperar los salarios; mientras que por el sector patronal, el abogado Tomás Natividad comentó que se está redefiniendo la política de sueldos en el país y el punto de inflexión de la misma es haber desindexado los mínimos, que estaban atados al pago de multas, hipotecas y otros.