Puebla, Pue.

El Veracruz sigue sin ganar, pero al menos evitó lo que pintaba para una nueva derrota gracias al gol de Julio Furch al minuto 82, que detuvo la guillotina que amenaza al técnico Carlos Reinoso, cuestionado desde hace algunas semanas, y que frustró el festejo en el estadio Cuauhtémoc.

En las inmediaciones del remodelado inmueble hubo enfrentamientos entre las porras de los equipos de entidades vecinas, que han acentuado su rivalidad al grado de que los jugadores aseguran que ha derivado en un nuevo clásico regional.

El Puebla se puso al frente con gol de vestidor: al minuto tres Christian Bermúdez clavó la pelota en las redes cuando Carlos Armas trazó desde la izquierda, en el área un defensa del Veracruz no alcanzó a rechazar bien con la cabeza y le salió un servicio para el Hobbit, quien marcó el 1-0.

Los Camoteros tuvieron otra aproximación importante al minuto 18. Matías Alustiza disparó con potencia y el portero Sergio García evitó la anotación al rechazar con una mano; en el marco contrario Cristian Campestrini también tuvo gran atajada para evitar un tanto del uruguayo Juan Albín.

Reinoso estaba molesto por el juego de sus pupilos, que abusaban del pelotazo; peor al minuto 36, cuando pisaron el área local, se armó la carambola y los visitantes no pudieron encajar el balón en la portería.

Al 44 de acción el Hobbit estuvo cerca del 2-0: llegó casi hasta línea de fondo y desde ahí dirigió su disparo que fue rechazado por la zaga jarocha al borde de la línea de meta.

Reinoso hizo un cambio rumbo al complemento, pues sacó a Fernando Meneses y metió a Gerardo Lugo; sin embargo, hasta el arbitraje lo afectó, porque al minuto 49 los escualos llegaron ante el marco de Campestrini, en medio de la confusión Patricio Araujo, quien estaba amonestado, se colgó descaradamente del cuello de Furch y el silbante Eduardo Galván no marcó nada.

Alustiza acarició el segundo tanto al minuto 54, en un remate de larga distancia que pasó muy cerca del poste izquierdo. Entonces Reinoso apuró sus relevos: Enrique Esqueda entró por Juan Albín (55), mientras Sebastián Saucedo lo hizo por Daniel Villalva (59).

El Puebla se conformó con la mínima ventaja y confiado esperó un contragolpe. Lo que recibió fue un balde de agua helada. Édgar Andrade cobró un tiro de esquina que Furch definió para el 1-1 al minuto 82.