En junio próximo se prevé que poco más de 325 mil adolescentes buscarán ingresar al bachillerato en la zona metropolitana del valle de México, lo que representa un incremento de 2 por ciento de la demanda en comparación con 2015, de acuerdo con cifras de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems).

El aumento en la matrícula y la meta de alcanzar el acceso universal a la educación media superior para quienes concluyan la enseñanza básica en el ciclo escolar 2021-2022 son sólo algunos de los retos que enfrenta este nivel educativo, pues aún debe garantizar que quienes ingresen a sus aulas concluyan sus estudios.

Actualmente la tasa de deserción en preparatoria es de 13.4 por ciento a escala nacional, mientras la meta sexenal es reducirla a 9 por ciento.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cada año poco más de 600 mil jóvenes abandonan el bachillerato. Las causas son diversas, pero destacan los factores económicos y la reprobación de materias.

Un estudio de observación en el aula, realizado por la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), reveló que casi cinco de cada 10 estudiantes no se enganchan con lo que ocurre en el salón de clases, pese a que 71 por ciento del tiempo promedio de los docentes se dedica a las tareas de aprendizaje.

También detectó que sólo 12 por ciento de los profesores utilizan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) durante su clase, 35.5 por ciento no usan material didáctico alguno y 25.8 por ciento sólo emplean el pizarrón.

Datos de la SEMS revelan que hasta el ciclo escolar 2013-2014, los subsistemas federales con las tasas más elevadas de abandono escolar eran el Colegio de Bachilleres, con 23.6 por ciento; el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) en la Ciudad de México y Oaxaca, con 22.6 por ciento, y los planteles de la Dirección General de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar, con 18.3 por ciento.

En cuanto a los subsistemas estatales, autónomos y particulares, destacan planteles de Conalep en los estados, con 18.5 por ciento de su matrícula; los Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos, con 15.4, y los planteles particulares, con 15.3 por ciento. Los bachilleratos autónomos, que dependen de universidades públicas, alcanzan una tasa de 5.3 por ciento.

Un reporte de la SEMS sobre la aplicación de la estrategia Movimiento contra el Abandono Escolar señala que hasta el ciclo escolar 2014-2015, 91.8 por ciento de los directores de bachillerato señalaron haber aplicado alguna de las acciones para prevenir la deserción escolar.

Revela que 75 por ciento de los planteles realizan tareas de planeación contra el abandono escolar, pero sólo 58 por ciento les dan seguimiento. Además, se detectó que una de las acciones más relevantes, la revisión de asistencia, no se realiza con frecuencia en poco más de 25 por ciento de los centros escolares, donde sólo se revisa cada 30 días o cada dos meses.

A esto se suma que en 23.9 por ciento de las escuelas de bachillerato es poco frecuente que los directivos realicen la revisión del desempeño académico de los alumnos, pese a que es otro factor clave para detectar que un estudiante podría abandonar el aula.