El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, se reunió ayer por la mañana con los integrantes del consejo técnico de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL), a fin de analizar posibles salidas para concretar la liberación del auditorio Che Guevara, tomado desde hace más de 15 años por colectivos de activistas.

Durante la reunión, que fue privada, los consejeros solicitaron la intervención de las autoridades de la máxima casa de estudios para que el recinto –oficialmente llamado Justo Sierra, en honor al fundador de la Universidad Nacional– se reintegre a la comunidad. El rector dijo comprender esa necesidad, pero les pidió prudencia, informaron asistentes al encuentro.

En una larga conversación, integrantes del consejo expusieron diversos planteamientos. Recordaron que han sido varios los intentos tanto de autoridades como de algunos sectores de la comunidad para alcanzar que el grupo autodenominado Okupa Che, que actualmente mantiene la toma, devuelva las instalaciones a la universidad, aunque todas han sido fallidas.

El Justo Sierra fue inaugurado en 1954, cuando se iniciaron las actividades en Ciudad Universitaria. Es uno de los espacios más emblemáticos de la universidad y el auditorio más grande en el campus central. Durante el movimiento de 1968, los estudiantes lo renombraron Che Guevara, y actualmente la mayoría de la comunidad así lo conoce.

El auditorio fue tomado por diversos colectivos estudiantiles en septiembre de 2000, siete meses después que la Policía Federal rompió la huelga más larga de la historia en la casa de estudios (1999-2000), que se oponía al cobro de cuotas. En más de 15 años ha habido diferencias entre los grupos participantes en la toma e incluso han llegado a enfrentamientos como los de diciembre de 2013 y marzo de 2014.

El miércoles pasado, elementos federales detuvieron cerca de CU a Jorge Emilio Esquivel Muñoz, El Yorch, a quien se señala como presunto narcomenudista y es integrante del Okupa Che. El domingo, el rector Graue descartó que esa aprehensión sea un primer paso para la liberación del recinto y agregó que se priorizará el diálogo para alcanzar el objetivo, por lo que la fuerza pública sería la última opción.

En años recientes ha habido varias movilizaciones y peticiones de algunos sectores de la comunidad para recuperar el auditorio. Tras los enfrentamientos de marzo de 2014, en asambleas diversos colectivos propusieron una gestión tripartita (estudiantes, profesores y trabajadores); sin embargo, la idea no prosperó.

En ese mismo contexto, el consejo técnico de FFL emitió un pronunciamiento en el que exigió devolverlo a la institución a quienes indebidamente lo ocupan. Se sumaron cientos de universitarios y casi dos años después, la petición aún puede ser suscrita en la página de la facultad.

En 2009, luego del asesinato de un narcomenudista en el estacionamiento de la FFL, hubo un intento de la administración del entonces rector José Narro Robles para reintegrarlo. En esa ocasión alumnos, profesores e investigadores eméritos enviaron una carta al funcionario demandando la recuperación; el texto fue firmado, entre otros, por personalidades como Gonzalo Celorio, Angelina Muñiz-Huberman y Hernán Lara Zavala. Esos esfuerzos tampoco prosperaron.