Lunes 29 de febrero de 2016, p. 23
La venta de repelentes para moscos subió entre 50 y 60 por ciento en las farmacias del país desde la pasada temporada de lluvias, es decir, desde mediados de 2015 y hasta la fecha, a consecuencia de los casos de chikunguya detectados en territorio nacional, a los que se suman los del zika, ambos transmitidos por el mismo mosquito (Aedes aegypti), informó Juvenal Becerra Orozco, presidente de Unifarm.
Lo paradójico del aumento, dijo, es que tal incremento se ha dado principalmente en las ciudades, pues quienes compran dichos productos son personas que van de paseo o vacaciones a zonas tropicales del país como Veracruz, Guerrero o Tabasco, pero no son adquiridos por la población local, la cual está más expuesta al mosquito que transmite ambas enfermedades.
La Unifarm es una red de farmacias independientes a nivel nacional que agrupa mil 600 socios de 25 grupos empresariales y concentra 23 por ciento del mercado de distribución. Según su dirigente, la red tiene una marcada presencia en provincia y en municipios con población de bajos ingresos donde, insistió, los repelentes no son comprados tanto como en las ciudades.
Si bien mencionó que desde hace unos años el consumo de los repelentes no ha dejado de incrementarse, precisó que máxima tasa anual que se había registrado era de 40 por ciento. Ahora quedó superada por la multiplicación de casos de chingunya pero también por las campañas lanzadas por el sector salud.
A diferencia de lo que ha sucede con el Tamiflu, el antiviral más utilizado en los tratamientos contra la influenza y el cual sólo fabrica un laboratorio, Becerra Orozco destacó que con los repelentes de mosco no ha habido escasez. Por el contrario, dijo, hay mucha variedad de presentaciones.