La renta de locales comerciales, sobre todo en grandes plazas y con vitrinas a la calle, podría incrementarse de 15 a 20 por ciento por la devaluación del peso porque sus contratos incluyen cláusulas que toman en cuenta movimientos bruscos en el tipo de cambio, advirtió Alejandro Kuri, consultor inmobiliario y ex presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).

Acotó que esos aumentos en locales comerciales no ocurrirán en las rentas para uso habitacional o de oficinas porque debe entenderse que el mercado inmobiliario se mueve a otro ritmo, es de largo plazo, sobre todo en el segmento habitacional, y se tienen contratos con vencimientos de por lo menos un año que deben cumplirse por ley. Además de que los aumentos tienen topes, así que cualquier ajuste en viviendas y oficinas hasta el segundo semestre de 2016 o incluso hasta el próximo año en porcentajes que van de 10 a 15 por ciento.

Sin embargo, Federico Sobrino Bracamontes, director del Instituto de Administradores de Inmuebles de la AMPI, previó que los primeros aumentos de rentas en casas-habitación se darán en marzo o abril, a partir de Semana Santa. Kuri advirtió que los aumentos deben hacerse con prudencia porque si no se corre el riesgo de salirse del mercado y aseguró que serían menores al porcentaje en que se ha encarecido el dólar.

Por lo pronto, ambos consultores aseguraron que hasta la fecha no ha habido aumento en las rentas o precios de venta de inmuebles. Sobrino refirió que las rentas de casas y departamentos se ubican entre 0.7 y 0.8 por ciento del valor total del inmueble y calculó que cuando mucho se eleven a uno por ciento.

No obstante, consideró que podrían mantenerse estables porque hay baja demanda en el mercado y la situación económica hace prever poca colocación de créditos hipotecarios, incremento en el valor de las viviendas nuevas y pérdida de valor de las usadas. Mucha gente podría estar en riesgo de ya no poder pagar su hipoteca y optar por rentar, dijo.

Alejandro Kuri aclaró que los aumentos en las rentas y precios de venta de inmuebles ocurren forzosamente si hay inflación, pero la volatilidad en el tipo de cambio y la depreciación del peso no provoca por sí mismo alzas en las rentas y ventas de los inmuebles, a menos que generen un efecto inflacionario.

Hay que tomar en cuenta que a pesar de que se haya deslizado el tipo de cambio, los sueldos y salarios siguen exactamente igual en México. Nosotros le rentamos en pesos a mexicanos que siguen ganando lo mismo, entonces no podemos ajustar nuestras rentas porque cambió el tipo de cambio. Así que nuestro rendimiento en dólares va a bajar y como arrendadores tendremos que asumir las pérdidas, dijo.

Sobre las rentas o ventas de oficinas, locales comerciales y viviendas que se cotizan en dólares, Alejandro Kuri y Federico Sobrino remarcaron que el pago se tiene que hacer en pesos y desestimaron que fijar precios en la divisa estadunidense impliquen un encarecimiento automático y arrastren a todo el sector.

Por el contrario, si no quieren quedar fuera del mercado necesariamente tendrán que rebajar sus precios porque, por ejemplo, no es posible que quien pedía 16 millones de pesos por un inmueble cuando la paridad estaba a 16 pesos por dólar, ahora solicite 19 o 20 millones de pesos, sostuvo Kuri.

Tarifas hoteleras

Por otro lado, sobre los grandes hoteles cuyas tarifas también se cotizan en dólares aunque se paguen en pesos, Rafael García González, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), aseguró que cada cadena o establecimiento está obligado a exhibir en pizarrones y pantallas de su recepción la cotización del día que tome del sector bancario, para que los clientes estén informados de la misma y decidan si aceptan pagarla o bien buscan otro hotel. No hacerlo le puede acarrear sanciones de la Profeco.

Cada cadena toma una cotización diferente ya que el viernes, por ejemplo, el Hyatt Regency manejaba una cotización de 19.35 pesos por dólar y el Presidente Intercontinental de 19.86 pesos.

La dolarización de esas tarifas, explicó, se debe a que la divisa estadunidense se utiliza para pagar las reservaciones desde otros países, en paquetes todo incluido o para grupos, desde portales electrónicos o sencillamente con tarjeta de crédito.