Trump: Midas al revés
os analistas financieros suelen mofarse del magnate Donald Trump, precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, por sus excentricidades al invertir en proyectos que terminan mal y porque todo lo que toca se convierte en problema. Hasta su escuela para crear líderes empresariales.
Ese parece ser el destino del concurso que llevó al éxito y que por su torpeza va camino a la ruina: Miss Universo. La última edición para elegir a la mujer más bella del planeta
fue en Las Vegas y terminó como episodio digno de los hermanos Marx. También un clavo más en la tapa del féretro donde van los restos de ese negocio. Y es que el maestro de ceremonias, el actor Steve Harve, anunció primero ganadora a la representante de Colombia. La coronaron como tal, para, dos minutos después, decir que se habían equivocado y que la reina era la candidata de Filipinas. Al escándalo del error se agregó la sospecha de favoritismo y corrupción por la cercanía de la nueva miss con el presidente filipino.
No es el único desaguisado ocurrido en dicho concurso. El año pasado generó controversia al afirmar Trump que los mexicanos que entran ilegalmente a Estados Unidos eran narcotraficantes, criminales y violadores. La reacción contra tal muestra de racismo fue enorme y ocupó la atención de los medios internacionales. Como resultado varias cadenas de televisión estadunidenses se negaron a transmitir Miss Universo y los demás concursos de belleza propiedad del precandidato.
El magnate tuvo que vender la compañía que los organiza a la WME/IMG, sin experiencia en la materia. Luego de la coronación fallida, Trump dijo que eso no hubiera ocurrido de ser él dueño de la empresa. Y para aplacar el malestar que la equivocación ocasionó en Colombia, donde hay más reinas de belleza que habitantes, propuso que la representante de ese país y la de Filipinas compartieran el cetro. Nadie lo tomó en serio. Todo indica que la que gozó del cetro brevemente tuvo generosa compensación monetaria.
Uno de los requisitos que deben cumplir las participantes de Miss Universo es tener conducta ejemplar, durante y después del certamen. Mas algunas se han visto inmiscuidas en escándalos: desde posar desnudas hasta tener vínculos con el narcotráfico y terminar en la cárcel. Por subir de peso o por romances e infidelidades conyugales. Como Cecilia Bolocco, quien fue esposa del presidente argentino Carlos Menem. Terminaron como letra de tango.
Miss Universo tendrá menos patrocinadores privados y gubernamentales y menos rating en la televisión. En cambio todo indica que Trump tendrá éxito en algo que jamás soñó: ser el candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre próximo. Y hasta ganar y ocupar la Casa Blanca. La de Washington, por supuesto.