Nueva York.

I got to do things my own way darling (Cariño, tengo que hacer las cosas a mi manera), canta Rihanna en el primer corte de su nuevo disco, Anti, y está claro que así ha sido la vida de una de las reinas del pop más exitosas de la década reciente.

Rihanna a veces llega tarde a sus conciertos, otras se muestra públicamente fumando un porro, e incluso en una ocasión al parecer golpeó a un fan con el micrófono durante un show. Pero cuando la diva nacida en Barbados lanza al mercado un nuevo disco, tiene la atención de todo el mundo de la música.

Anti contiene 13 canciones y fue publicado la noche del miércoles en la plataforma de streaming Tidal, creada por el rapero Jay-Z, donde estará de forma exclusiva para escucharla y para su venta durante una semana. Este viernes saldrá una versión de lujo con 16 temas.

Puede que la decisión no guste a los fans sin cuenta en Tidal, pero como Rihanna participó en el lanzamiento del servicio en marzo de 2015, seguramente esto le dio igual a la hora de publicar su octavo álbum de estudio. Es posible que a los seguidores tampoco les importe tanto, pues a diferencia de los discos que lanzaba anualmente desde 2005, para este se tomó tres años.

También a nivel musical la cantante de Live Your Life hace las cosas a su manera. No hay canciones que parezcan hechas para ser hits en la radio y es un poco como que Rihanna quisiera entrar en territorio nuevo. Se nota, escribe la revista Billboard, que esta vez no estuvieron presentes nombres como David Guetta y Dr. Luke.

El tema con el que comienza el disco es Consideration, que incluye la frase sobre hacer las cosas a su manera, y en la que participa la cantante SZA.

Sigue el interludio romántico-pop James Joint, que no trata de su amante James, sino de cada joint (porro) que a Rihanna le gusta fumar de vez en cuando fuera del escenario. Las dos canciones ya se podían escuchar desde abril en su página web.

Probablemente el tema que haga estallar los estadios en su gira, que comienza a finales de febrero en Estados Unidos, será Kiss It Better, balada-rock con ritmo en la que se entremezclan solos de guitarra con sintetizadores algo amenazantes. El británico The Guardian escribe que es definitivamente un favorito para cantar en vivo.

Decepciona en cambio Work, que canta con el rapero canadiense Drake, que no tiene coros adecuados y tiene final poco claro: baja de volumen hacia la nada. Por suerte sigue Desperado, hit que nace desde lo más profundo, dramático, y con el que a uno le dan ganas de subir el volumen. “I don’t want to be alone” (no quiero estar sola), canta Rihanna junto a un adusto bajo.

Sin embargo, tres de las mejores canciones del disco están entre las cinco primeras, después el álbum se apaga. Anti sin duda no es el mejor álbum de Rihanna, y es posible que algunos fans se sientan decepcionados cuando su voz llega casi a sus límites de forma áspera por ejemplo en Higher. El título, que apareció en marzo en Instagram, es casi insoportable.

Pero se nota que la cantante quiere explorar nuevos caminos. Love On The Brain suena casi como una cita de Amy Winehouse con coristas de fondo que recuerdan al soul retro de los años 60.

Habrá que ver hacia dónde lleva a Rihanna esta nueva forma de hacer, a su manera.