La reforma política fue un objetivo que impulsaron todos los gobiernos electos de la ciudad de México y que hoy, con su promulgación, concretará el Gobierno del Distrito Federal (GDF) encabezado por Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Se trata de una lucha de al menos 200 años, en la que se presentaron distintas propuestas, algunas extremas entre sí, que iban desde reducir el Distrito Federal al perímetro de la delegación Cuauhtémoc hasta ampliarlo, incluyendo en su territorio los municipios de la zona metropolitana para convertirlo en el estado 32.

Creado en 1824 por decreto expedido el 18 de noviembre, el Distrito Federal ha sufrido distintas modificaciones en su organización territorial y política a lo largo de su historia hasta llegar a la creación de la Asamblea Legislativa y el Tribunal de Superior de Justicia, así como la elección por voto popular de su gobernante, que hasta antes de 1997 era designado por el presidente de la República.

También se le ha cambiado de nombre en diversas ocasiones, Departamento de México, en 1835; Ciudad de México, en 1848, con carácter de entidad federativa y sede del Distrito Federal, y Departamento del Valle de México durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo.

En la Constitución de 1857 se declara al Distrito Federal sede de los Poderes de la Unión, y se establece que de cambiar éstos de ubicación se convertiría en el estado del Valle de México.

En su fundación, el Distrito Federal quedó comprendido en un círculo con la Plaza Mayor como centro y un radio de dos leguas; y su gobierno político y económico bajo la jurisdicción del gobierno federal. Para 1876, su territorio se dividió en 13 municipalidades, hasta que en 1970 se reformó su Ley Orgánica, en la que se igualaron los términos Distrito Federal y ciudad de México y se divide en 16 delegaciones.

A finales de la década de los 80 se aprobaron diversas reformas constitucionales; como la de 1987, que creó la Asamblea de Representantes, sin facultades legislativas; para 1994 se expidió el Estatuto de Gobierno del DF; hasta 1996 que se creó la Asamblea Legislativa y se estableció la elección directa del jefe de Gobierno y los delegados.

En los pasados 20 años, prácticamente todas las fuerzas políticas y el mismo gobierno presentaron propuestas de reforma política que en su mayoría coincidían en reconocer al DF como el estado 32, aunque con algunas excepciones, como la impulsada por el Partido Revolucionario Institucional, que proponía convertirlo en una gran alcaldía.

Ahora, con la reforma política, declarada constitucional el pasado 20 de enero, además de cambiar de nombre a Ciudad de México se le reconoce como entidad federativa con autonomía plena para determinar su régimen interior, organización política y tener su propia Constitución, la cual deberá estar lista en enero del próximo año.