La penetración de servicios móviles entre los mexicanos llegó a 86.7 por ciento en 2015, lo que implica que hay 104.9 millones de líneas en el país, aseguró la consultora Telconomía.

Añadió que de ese universo de líneas, 54.3 millones, que equivalen a 44.9 por ciento, corresponden a las móviles que cuentan con banda ancha inalámbrica.

En vísperas de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anuncien la publicación de las bases de licitación de la Red Compartida, considerada la más importante del sexenio, Telconomía (que trabaja con la organización 4G Américas, la cual aglutina a diversas empresas de telecomunicaciones como América Móvil, Telefónica, AT&T, Cisco, Ericsson, Nokia, Intel, Hewlett Packard y Telefónica, entre otras), se manifestó porque las licitaciones de varios bloques del espectro radioeléctrico ocurra sin demoras y el espectro adjudicado pueda ser utilizado de forma inmediata por los operadores móviles en el mercado.

Telconomía difundió este miércoles un estudio de caso sobre la adjudicación el año pasado de la banda de 700 megahercios (Mhz) al servicio móvil en la región uno, que comprende Europa, África y Medio Oriente, para ponderar que fue resultado de una decisión de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones para globalizar su potencial y quedar asignada para el servicio móvil en todas las regiones, generando inversiones a nivel mundial.

La industria de telecomunicaciones, indicó, adquiere la certeza de que la banda de 700 Mhz se adjudicará globalmente a redes inalámbricas, creando beneficios del roaming internacional y el potencial de obtener mejores economías en escala.

En México, la banda de 700 Mhz ya quedó liberada con el apagón analógico, y se destinará a empresas mayoristas mediante una asociación pública-privada con la que se espera obtener una inversión de 7.5 mil millones de dólares en sus primeros diez años, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros países, donde tal banda se concursa, licita o adjudica directamente a empresas u operadores comerciales que prestan los servicios de telecomunicaciones a usuarios finales, precisó Telconomía en su informe.