La reforma política no sólo significa el cambio de nombre de la capital del país, sino que garantiza el acceso de la ciudad a recursos federales de fondos como el de Capitalidad y el de Aportaciones para la Infraestructura Social en beneficio de los ciudadanos, señaló el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien, por otro lado, invitó también a la comunidad judía a participar en el proceso para la elaboración de la constitución local.

Al entregar 2 mil 120 créditos para mejoramiento de vivienda, manifestó que otros avances que traerá consigo es que la capital ya no quedará fuera de los programas de apoyo y desarrollo para los estados que implemente el gobierno federal, como sucedía hasta ahora; y podrá participar en la aprobación de las reformas a la Constitución mexicana.

En la explanada de la delegación Iztacalco, señaló que mañana se promulgará la reforma, con lo que se hará oficial el cambio de Distrito Federal a Ciudad de México, y dejó entrever que se hará una convocatoria para que sean los mismos capitalinos los que decidan si nos vamos a llamar mexiqueños, chilangos, lo que ustedes quieran, que eso construya la ciudadanía.

Sobre los recursos federales que recibirá la ciudad, resaltó que se utilizan para distintas obras y acciones en beneficio de los habitantes de la ciudad, como alumbrado público, pavimentación y apoyos para viviendas.

Antes, en el Colegio Israelita, donde participó en la conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, Mancera afirmó que la constitución de la ciudad de México debe dejar en claro que ésta es una urbe de tolerancia y amigable.

Por ello, ante estudiantes de la citada institución se comprometió a que en el texto constitucional habrá una declaración contra el antisemitismo. Agregó que la carta magna local deberá reflejar la realidad actual de la capital del país: una ciudad de libertades; aquí no se discrimina ni por razones de sexo, raza ni ninguna razón ideológica; ninguna forma de discriminación; siempre atendemos, siempre estamos pendientes.