Nueva York.

Millones de residentes, dueños de negocios y trabajadores salieron de sus casas este domingo para retomar sus actividades y los vuelos comerciales comenzaron a reanudarse gradualmente tras la tormenta de nieve Jonas que paralizó este fin de semana Washington, Nueva York y otras ciudades del noreste de Estados Unidos y provocó al menos 30 muertos.

Finalmente dejó de nevar en Nueva York, una de las ciudades más afectadas, pero las autoridades seguían exhortando a la población a quedarse en sus casas para permitir que las cuadrillas de limpieza despejaran las calles.

Jonás es la segunda tormenta más grande que ha pasado por Nueva York, con 68 centímetros de nieve hasta la medianoche del sábado, apenas por debajo del récord de 2006, de 68.3 centímetros, informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).

El sábado murieron 25 personas por hipotermia, intoxicación con monóxido de carbono y accidentes automovilísticos relacionados con el mal tiempo, en Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Kentucky, Ohio, Tenesi, Virginia, Nueva Jersey y Pensilvania.

Mientras retiraban la nieve con palas, una persona murió en Maryland, una en Virginia y tres en Nueva York.

Tras dejar cerca de 60 centímetros de nieve en Washington, la tormenta se fortaleció inesperadamente el sábado.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró estado de emergencia, al igual que otras 10 autoridades estatales.

La prohibición impuesta a los viajes en el área de la ciudad de Nueva York y Long Island, salvo para vehículos de emergencia, terminó a las 7 de la mañana de este domingo y los puentes y túneles de la ciudad reabrieron.

En la mañana la tormenta casi se había alejado de la costa, aunque aún afectaba zonas de Long Island y Cape Cod.

Cerca de 3 mil 500 vuelos fueron cancelados este domingo y más de 600 este lunes, según el sitio FlightAware.com.