Domingo 24 de enero de 2016, p. 11
La política exterior de México hacia Medio Oriente y el Cáucaso carece de una estrategia clara y coherente que trascienda la coyuntura, dijo el académico Manuel Férez, de la Universidad Iberoamericana, luego de criticar que el presidente Enrique Peña Nieto haya impuesto la condecoración del Águila Azteca al rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz, pues demuestra la confusión de valores y prioridades que tiene su gobierno.
Al comentar la reciente gira del mandatario por países árabes, el investigador universitario señaló que si se tratara de explicar la política exterior mexicana hacia esa región desde una perspectiva comercial, se podría decir que es tardía y está mal enfocada. Por ejemplo, dijo, se desaprovechó el momento exitoso por el que atravesó Turquía hace 10 años y ahora que empieza su decadencia comercial y financiera es cuando México trata de involucrarse a profundidad con esta nación.
Destacó que se ha desperdiciado el tratado comercial con Israel y existe desinterés absoluto por las oportunidades que representan los estados del Cáucaso. Además, el jefe del Ejecutivo federal visita a los sauditas cuando están sumidos en una crisis por su enfrentamiento con Irán.
Ambigüedad
El coordinador del diplomado de Conflictos internacionales y procesos de reconciliación agregó que si se trata de analizar la política exterior hacia Medio Oriente y el Cáucaso desde el enfoque de los valores humanos y morales, entonces se entiende menos, porque hay una ambigüedad entre lo que se propugna en los foros internacionales y lo que se hace.
Reprobó así el silencio gubernamental ante los abusos cotidianos que se registran en países como Arabia y Qatar, donde las mujeres carecen de todos los derechos políticos básicos, las minorías son oprimidas y a los homosexuales se les ejecuta, mientras al mismo tiempo se habla de luchar por los derechos humanos, la democracia y las libertades políticas.
Añadió que al premiar al líder de un país que no ha firmado ningún instrumento internacional en derechos humanos, las autoridades mexicanas demuestran una confusión de valores y de prioridades terrible. Esto nos anula como críticos
hacia esos estados.
Estimó que la contradicción entre lo que se dice y lo que se realiza, hace que no se tome en serio a México ni se le vea como un actor importante en la región. Recomendó, por último, una política exterior más clara y que trascienda los sexenios.